Niños de más de diez años y adolescentes y jóvenes de entre 16 y 24 son los principales destinatarios de la campaña de prevención del cáncer de piel que ha emprendido este verano la Asociación Española Contra el Cáncer. Y lo son no porque sea un colectivo especialmente afectado por estas enfermedades -de hecho, es la franja de edad en la que menos casos se producen-, sino por su condición de posibles "futuros pacientes".

Después de los diez años, los padres comienzan a descuidar la protección de sus hijos ante las exposiciones excesivas al sol, mientras que la población joven es la que menos importancia da a las medidas necesarias para resguardarse de sus efectos.

Aunque no hay estudios exactos sobre ello, los expertos calculan que la incidencia del melanoma -el tumor de piel más grave y agresivo- en España se encuentra entre los cinco y los ocho casos por cada cien mil habitantes. Estas cifras "van en aumento sin parar". "La mortalidad no, pero la incidencia crece", advirtió ayer Ricardo Fernández de Misa, coordinador de la Unidad Multidisciplinar de Melanoma del hospital universitario de La Candelaria, durante la presentación de la campaña informativa de la AECC.

Canarias, por su posición geográfica -más cercana al Ecuador-, recibe los rayos del sol de forma más directa, por lo que se ve más afectada por esta situación. "Recibimos una cantidad brutal de sol cada día de la que no somos conscientes", observó Fernández de Misa. El hecho de que los cielos estén frecuentemente nublados no debe llevar a bajar la guardia, ya que las nubes filtran los infrarrojos, no la radiación ultravioleta, que es el principal factor causante de estos tumores.

El hospital de La Candelaria atendió veinte casos en el año 2002 frente a 52 en 2010. Aunque este crecimiento se basa, en parte, en pacientes llegados de otras islas y desde la medicina privada, el especialista consideró que los datos reflejan un incremento de la incidencia.

Más implicación

"No dejes que el sol cambie la foto de tu perfil" es el lema bajo el que la AECC ha lanzado su campaña preventiva. "No es un tópico: los tumores de piel pueden modificar la foto del perfil facial y la de todos los perfiles del ser humano", aseguró Fernández de Misa, quien reclamó una mayor implicación de las administraciones públicas para mejorar las actitudes de la población ante este problema.

En este sentido, urgió a actuar como en los países del norte de Europa, donde se plantan árboles y se instalan toldos y zonas de sombra en los colegios para evitar la exposición al sol. También expuso la necesidad de "erradicar la querencia por estar moreno", una idea que no estaba de moda hace cincuenta años, recordó, y que, a su juicio, pronto volverá a dejar de estarlo.

Respecto a otras medidas, el oncólogo definió las cremas solares como "una barrera muy importante", pero matizó que "no son una póliza antiquemaduras". Fernández de Misa recordó que las cremas más untuosas -más difíciles de extender sobre la piel- "aguantan más" y afirmó que "después del factor veinte, lo que se gana en protección es poco", dado que la escala de protección "no es lineal". Arremetió, asimismo, contra la práctica de broncearse en cabinas de rayos UVA. "Es un disparate", sentenció.

Por su parte, el presidente de la Junta Provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer, Juan Julio Fernández, insistió en la conveniencia de huir de la exposición al sol en las horas centrales del día y, para ello, propuso una regla "fácil de entender y de comprender: cuando la sombra es más pequeña en relación a la estatura, el sol es más peligroso; cuando es más alargada, es menos dañino".

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