Durante años, usuarios y vecinos de algunas carreteras insulares con trazados apropiados para pruebas de competición se han quejado de la masiva presencia de motoristas y automovilistas, sobre todo durante los fines de semana, en las denominadas "carreras ilegales". Para esos ciudadanos, tales concentraciones generan una gran inseguridad vial y pueden tener graves consecuencias, tanto para quienes circulan a altas velocidades en sus motos o coches como para el resto de conductores.

Desde hace varios meses, la Guardia Civil de Tráfico ha decidido reforzar las actuaciones contra este tipo de prácticas, donde los implicados prueban las prestaciones de sus máquinas y sus habilidades en la conducción.

El Subsector de Tráfico de la provincia de Santa Cruz de Tenerife llegó a un acuerdo con la Zona de Canarias del Instituto Armado con el fin de que, cuando resulte oportuno, se utilice el helicóptero de la Guardia Civil para patrullar desde el aire y detectar a aquellos individuos que pilotan de forma temeraria por determinadas vías.

Como cuenta el impulsor del proyecto, el teniente jefe del Subsector de Tráfico de las islas occidentales, Juan Carlos Ubero, durante estos vuelos, un motorista del cuerpo de seguridad viaja en la aeronave. Este agente es el encargado de detectar a aquellos "pilotos" de coches o motos que circulen de forma arriesgada. Todos los datos que pueda recabar desde el aire son transmitidos a sus compañeros de las dotaciones que trabajan en tierra, que inmediatamente después realizan controles en los que son identificados y multados los supuestos infractores.

Las conducciones temerarias son sancionadas con la retirada de seis puntos en el permiso de conducción, ya que están consideradas infracciones de carácter muy grave, según explica el propio Ubero. En lo que va del presente año, el helicóptero ha sido utilizado media docena de veces por la Guardia Civil de Tráfico. En cada ocasión, los agentes detectan a una media de tres o cuatro individuos que acaban denunciados.

Para Ubero, los resultados de esta medida se consideran muy positivos por ahora, ya que contribuyen a evitar accidentes graves.

Las carreteras más usadas en Tenerife para este tipo de prácticas ilegales son la subida a Los Loros (TF-523), que discurre entre el casco de Arafo y la vía dorsal; el tramo de La Chiquita (TF-465), en Guía de Isora; el acceso al Parque Nacional del Teide (TF-21), así como la carretera de La Esperanza (TF-24) en la zona forestal, que, a su vez, enlaza con la bajada a Arafo y con El Portillo, en El Teide. Todos esos tramos han sido escogidos desde hace décadas para pruebas legalmente organizadas de montaña o rallyes, aunque no es lo mismo una vía cerrada a la circulación y usada exclusivamente por los inscritos en una de estas competiciones que una carretera abierta al tráfico durante un sábado o un domingo.

Tal y como se anunció a mediados de la semana pasada, la Guardia Civil de Tráfico prevé realizar controles de velocidad y alcoholemia en los accesos o salidas de los principales eventos festivos previstos para las próximas semanas en la mayoría de municipios de Tenerife. En muchos de esos operativos, los agentes de Tráfico estarán apoyados por patrullas de diversos puestos comarcal así como, de forma puntual, por el Grupo Rural de Seguridad (GRS).