El Sindicato de Médicos (CESM) denunció ayer públicamente que en solo un mes desde la restricción de la actividad quirúrgica de tarde en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), "se ha pasado de incorporar una media de 70 pacientes al mes en la lista de espera, a los 700 que lo han hecho en el mes de octubre".

Según detalló el delegado del CESM en el HUC, José Manuel González Posada, "con estas 700 personas que se han incorporado en solo un mes a la lista de espera, ya son más de 2.500 las que están en esta situación, como consecuencia del cierre de quirófanos por la tarde".

González Posadas recordó que "el HUC es uno de los hospitales que mejores cifras de lista de espera tenía, y si eso era así es por el tremendo esfuerzo que se llevó a cabo entre los meses de enero y junio de este año durante la jornada ordinaria, así que no se entiende que ahora se le pida aún más a quien lo ha dado prácticamente todo".

A su juicio, con este tipo de medidas, "la Consejería de Sanidad, como diría Pedro Almodóvar, tiene al personal al borde de una ataque de nervios", e insistió en que "la consejera no puede seguir diciendo que las listas de espera no van a crecer cuando ya hay cifras como estas del HUC que demuestran que ya lo han hecho".

No obstante, este representante de los facultativos del HUC aclaró entender "que no se puede volver a lo que antes había", pero abogó por "establecer un diálogo con los profesionales para tratar de llegar a acuerdos".

"De acuerdo con que no se ha suspendido la actividad de tarde para oncología y otro tipo de patologías graves, pero ese discurso tampoco vale, porque ¿acaso no son graves las cataratas que le impiden a una persona ver y ser autónoma? Es una cuestión de calidad de la asistencia y esta se está viendo atacada por momentos", aseguró antes de vaticinar "un empeoramiento generalizado de la salud de los pacientes, porque la asistencia comienza a ser insuficiente".