Con su nombramiento de ministro de Industria, Turismo y Energía, ya acabaron las cábalas que, durante mucho tiempo, especulaban sobre la posibilidad de que el líder del PP canario, José Manuel Soria, seguiría en las Islas o terminaría en Madrid -y en qué cargo- de ganar las elecciones generales el candidato nacional a la Presidencia de esta formación, Mariano Rajoy. De forma reciente, líderes políticos como el expresidente regional Fernando Fernández apuntaron que Soria ejercería, además del cargo que le asignaran en el Ejecutivo central, de "interlocutor" de Rajoy con las Islas.

Ahora, el diputado popular Miguel Cabrera matiza que no solo desempeñará esa función de interlocución entre ambas administraciones, sino que será, de hecho, el que marcará la agenda canaria en el Gobierno del Estado. Según Cabrera, más que abrir consultas para decidir qué hacer en los temas canarios, Rajoy encargará a Soria que elabore una propuesta que, "sin duda", dará por buena. Y es que Soria es uno de sus hombres de confianza por su "comunión" en los temas esenciales en general, y en los asuntos canarios en particular, que Soria conoce "perfectamente" tras su paso por la vicepresidencia regional y la consejería de Economía.

Por ese motivo, Cabrera asegura haberse quedado "alucinado" cuando el presidente regional, Paulino Rivero, señaló la semana pasada que no tenía "nada" que hablar con Soria, antes de conocerse su nombramiento. "Fue un despliegue de estrategia política y muchos analistas políticos de la historia, como Maquiavelo, se habrían quedado sorprendidos ante tal astucia por su parte", ironiza.

La crítica a Rivero no solo viene del PP. Dentro de los propios nacionalistas también hay detractores del enfrentamiento abierto entre los antiguos socios de gobierno. "¿Es que se puede uno abstener en el Congreso en la investidura de Rajoy y justo al día siguiente dar un viaje al PP canario como el que le manda Rivero en el pleno?".

Quien así habla se refería a la acusación de Rivero al PP, a quien responsabilizó en el penúltimo pleno por los cinco millones de parados en España debido a sus políticas "liberales", además de brindar un trato de favor a unos pocos frente a la defensa de los intereses generales.

"¿Y ahora qué? ¿Qué les va a pedir cuando hable con el Gobierno central? Hay que ser inteligente: esto ya no es un tema ideológico", advierte esta fuente.

Más indignado se muestra el mismo Cabrera, que asevera que a Rivero "le crece la nariz" cuando acusa a su partido "por la herencia del PSOE" -en alusión al paro- y del trato de favor a los empresarios. "Rivero dice que no tiene nada que hablar con Soria porque su interlocutor será Rajoy, cuando Soria es el líder del partido regional que sacó la mayoría absoluta en las elecciones generales con nueve diputados de los 15 de las Islas", señala Cabrera. La declaración de Rivero es para el diputado popular "una pedantería absurda" porque demuestra que "no está al tanto de la realidad".

Giro

En todo caso, las palabras de Rivero fueron anteriores al giro que dio en su actitud sobre el ministro canario, pues justo al día siguiente -el pasado jueves- sorprendió con un tono mucho más conciliador del que había mostrado en los últimos meses y aseguró que el nombramiento de Soria era "positivo" para las Islas.

Y es que CC en el Congreso, avisa Cabrera, "no pinta absolutamente nada", por lo que Soria va a ser el interlocutor "básico" de Mariano Rajoy en los temas canarios "y para todos los problemas de Canarias, de forma especial para el REF, los asuntos económicos y en los temas de inversiones.

"Que sea más humilde y modesto y hable con la persona que va a estar más próxima a Mariano Rajoy", sugiere a Rivero. "Está claro que Rivero está buscando la confrontación, quiere obviar y ningunear al PP regional, pero no lo conseguirá", advierte. "Otra cosa distinta es que Mariano Rajoy lo invite a tomar un café en La Moncloa, por lo de la cortesía institucional", remata, de nuevo, con ironía.

El pacto, como el presupuesto, ahora huele a provisionalidad

En el PSC y en el PP el pacto de gobierno huele -como los recién aprobados presupuestos regionales de 2012- a provisionalidad. Fuentes socialistas confiesan que esperan una "gran presión" por parte de Génova sobre el Ejecutivo autonómico en los próximos meses. Además, el PP canario tampoco puede tolerar un enfrentamiento prolongado entre las Islas y el Ejecutivo central", vaticinan. "Rivero tendrá que abrir puentes en plan vamos a salir del PSOE y, mientras tanto, limará asperezas para aminorar las consecuencias en los PGE y los temas pendientes, REF incluido". Miguel Cabrera tampoco apuesta por la continuidad del pacto. "Rivero está en precario y tiene plazo de caducidad anterior a 2015: es improbable que complete un año más", augura. Al contrario, el presidente de NC, Román Rodríguez, cree que Soria va a estar "demasiado ocupado" como ministro en la gestión de un país "quebrado" como para dedicar tiempo a su "mala" relación con Rivero.

Rivero cambia el tono por presiones dentro de CC y los empresarios

La presión sobre Rivero para que baje el tono con Soria viene, según fuentes socialistas y nacionalistas, tanto de los empresarios -que no quieren ver arriesgar las negociaciones del REF y otros asuntos- como de un sector "potente" dentro de CC que se muestra favorable a un acercamiento con el PP. Los empresarios, y otros agentes de poder, "quieren que Rivero afloje y haga un esfuerzo de acercamiento con Madrid que se podría traducir en un gobierno en solitario con apoyos puntuales del PP, sin el PSC", adelantan las fuentes consultadas. Aunque Rivero suavizó el tono el jueves pasado, Cabrera lo reta a que diga si sigue pensando que no tiene nada que hablar con Soria, "el ministro de Industria, Turismo y Energía", un departamento con "tanta" repercusión en el Archipiélago. "Ahora habrá que ver si el ministro quiere hablar con Paulino Rivero, o preferirá hablar con otros", se pregunta el diputado popular.