Investigadores de la Universidad de La Laguna (ULL) han hallado en San Miguel de Abona 244 yacimientos arqueológicos aborígenes, junto a otros elementos etnográficos, que desvelan información sobre los elementos patrimoniales para planificar actuaciones sobre el territorio.

Así lo ha informado el alcalde de San Miguel, Valentín González, quien ha encargado este estudio a la ULL para elaborar el inventario del patrimonio arqueológico y etnográfico local.

Se han encontrado sobre el territorio grabados, cazoletas, restos de cerámica, huesos y otros materiales, así como cuevas de hábitat.

"Algunos de estos yacimientos estaban hasta la fecha descatalogados", explicó Valentín González, quien ha conocido recientemente el resultado de este estudio llevado a cabo durante 2011.

Se desarrolló un plan de trabajo en varias fases ordenadas con sus correspondientes estrategias para llevar a cabo las prospecciones durante varios meses.

El coste del proyecto para la elaboración y ejecución del inventario ha sido de 18.000 euros.

González señala que con este trabajo se plantea un diagnóstico global para establecer los criterios que presidirán la gestión y planificación del patrimonio arqueológico y etnográfico, que será conforme al planeamiento municipal e insular.

Añade que se trata de un documento práctico, sobre la base interpretativa de un sistema de información geográfica dirigido a la gestión y actuación pública relacionada con la protección y conservación de este singular patrimonio.

Cada uno de los yacimientos cuenta con una ficha personalizada donde se expresan datos geográficos, aspectos patrimoniales.

En esta ficha se comprueba el grado de conservación, singularidad, complejidad, diversidad, fragilidad, interés científico y patrimonial, forma, estructura, característica u observaciones.

El objetivo de este proyecto han sido actualizar el inventario arqueológico y etnográfico y "contar con la información necesaria que nos permita reconstruir el pasado del municipio", dice el alcalde.

González quiere hacer partícipe a los vecinos "de la riqueza patrimonial y lograr que la población se sienta identificada con su patrimonio y sepa reconocer los elementos que lo conforma".

Con los resultados del presente trabajo "se pone la primera piedra de lo que puede ser un ejemplo de desarrollo municipal equilibrado entre el patrimonio y la evolución estructural de San Miguel de Abona".

Para González, los bienes que forman parte del legado cultural "ya pueden quedar incorporados a la planificación evolutiva del pueblo", indicó.