El aspirante a la Secretaría General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ayer buscó apoyos en la capital tinerfeña primero en un encuentro con alcaldes de su formación y los comités de Tenerife, El Hierro y La Gomera, y luego con los militantes. A diferencia de la última vez que visitó la Isla -entonces para pedir el voto en la carrera electoral a la Presidencia nacional-, esta vez se mostró más cercano y dedicó más tiempo a hablar de Canarias y sus problemas.

Como en esa ocasión, criticó al actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al recordar promesas como el mantenimiento de las subvenciones para las líneas aéreas "y ya las quitaron". Rubalcaba apuntó que esas ayudas fueron una decisión del Ejecutivo que presidió José Luis Rodríguez Zapatero y aseguró que consiguieron traer a las Islas un millón de visitantes.

"No fuimos ajenos a la realidad canaria entonces y estaremos con las Islas cuando haya que reformar el REF, apoyar los presupuestos para las Regiones Ultraperiféricas y con los convenios de empleo para el Archipiélago ante la situación tan difícil con el paro que atraviesan los que viven aquí", prometió.

"Conozco muy bien la situación de Canarias", aseguró antes de referirse a la "avalancha de inmigración terrorífica" por la que atravesaron las Islas en 2006 y 2007 y la labor del Ejecutivo central de entonces. Pero "Canarias no percibió lo que el PSOE hizo por las Islas", lamentó.

Para corregir la situación, prometió que en su ejecutiva -de ganar el proceso- habrá una "importante" representación de canarios.

Además, recuperará el órgano de coordinación entre la ejecutiva federal y la de las Islas, "pero esta vez en serio", con reuniones periódicas y seguimiento de los problemas. Y es que ve "de justicia" que en la federal se reconozcan las especificidades canarias.

Rubalcaba insistió en la necesidad de "decir lo mismo" en todo el territorio nacional porque la militancia percibe como un problema que el partido ya no lo hace y que el PSOE pierde, en consecuencia, la unidad de vertebración que debería mantener, en lo que fue una alusión a su rival a la Secretaría General, Carme Chacón.

Eso sí, "no vamos a uniformizar el discurso", matizó, "pero sí que se oiga al partido con la misma voz en todas partes", remarcó.

Por ese motivo, finalizó su intervención pública -antes de reunirse a solas con los militantes del partido- con un llamamiento a la unidad. "Hace falta la unidad para emprender situaciones difíciles", abogó. "El PSOE ya ha superado etapas más difíciles y podemos hacerlo de nuevo".