El paso de una jornada laboral de 35 horas a la semana a otras de 37,20 ha permitido que se mantenga la totalidad de la plantilla orgánica del Servicio Canario de Salud (SCS), según aseguró ayer en comisión parlamentaria la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Brígida Mendoza, que, sin embargo, admitió que ello ha conllevado que se prescinda de cerca de medido millar de profesionales eventuales o sustitutos.

"No se ha despedido a una sola persona y la plantilla orgánica se ha respetado al 100%, aunque sí se ha visto afectado el personal eventual, que ha disminuido en 470 personas, todas ellas por finalización de contrato o por acabarse la sustitución", declaró Mendoza.

A juicio de la máxima responsable de Sanidad en las Islas, "el aumento de la jornada laboral lleva implícito un aumento de la productividad que se deberá de traducir en disminuir la lista de espera y en la realización de intervenciones quirúrgicas en horario de tarde, pero de carácter ordinario y no a través de programas especiales como hasta ahora".

En ese punto, Mendoza negó que se haya producido un desbordamiento de los servicios de urgencias hospitalarios y de los Centros de Atención Especializada (CAE). "Las cifras son exactamente iguales a las de años anteriores y todos los gerentes y responsables de áreas están controlando periódicamente las cifras para, en el caso de que hiciera falta más personal, proceder a su contratación, al igual que en la jornada de tarde", dijo.

"No se ha conculcado ningún derecho de los trabajadores sino que se ha suspendido para 2012 un acuerdo sindical, pero en la mesa de negociación se brindó la posibilidad de que cada gerencia llevara a cabo su propia negociación y llegara a un acuerdo y más del 80% de los servicios así lo han hecho y se han organizado como mejor han considerado", aseguró Mendoza, tras las intervenciones de la diputada del Partido Popular María Teresa Pulido y del Grupo Mixto (Nueva Canarias) Román Rodríguez en las que acusaron a la Consejería de actuar sin planificación creando el caos y agravios comparativos en los centros hospitalarios por la falta de unas instrucciones sobre cómo aplicar la nueva jornada laboral.

"¿Cómo ha afectado esta reestructuración al personal? Porque está claro que ha tenido un importante impacto y se han generado problemas de peor atención asistencial y de desmotivación del personal. Se está descapitalizando la sanidad", dijo Román Rodríguez.

"Con las medidas tomadas por la Consejería todavía no sabemos si se ha conseguido algo positivo, pero lo que sí sabemos ya es que se ha creado mucho malestar entre los profesionales, se está mermando la calidad asistencial y se han creado agravios entre los diferentes centros. ¿Qué ahorro se pretende conseguir con esta medida si lo que se está consiguiendo es engrosar la lista del paro?", se cuestionó Pulido.

Igualmente crítico en su discurso fue el portavoz socialista, Jesús Morera, que reconoció que no es de su agrado que se suspendan acuerdos sindicales y se mostró reacio a que se obligue a los sanitarios a trabajar los sábados.

"Le ruego que minimice el daño que se está haciendo a quienes no se les renueva su contrato, por lo que le pido que potencie la contratación de eventuales y que haga cuentas porque tal vez se podría ahorrar los programas de los sábados", sentenció.

la clave