Y AHORA, en plena crisis, ¿qué se proponen, incendiar España? El PSOE y la izquierda radical, junto a los sindicatos irresponsables, llaman a movilizarse en la calle y, muy probablemente, a una huelga general. Lo que le faltaba al país era una huelga general. Entonces, con estos despropósitos, van a caer más en el pozo todas las comunidades españolas. Porque la situación económica parece insostenible.

La mecha de Grecia se prende aquí. Lo que los socialistas no pudieron ni supieron conquistar en las urnas, la victoria, la quieren lograr ahora mirando para otro lado cuando se apedrean edificios, se queman automóviles y se insulta a los policías. Volvemos a las andadas. No saben perder. Ni los sindicatos perdonan que les hayan recortado las subvenciones y que queden al descubierto sus entramados empresariales. Hay muchos secretos entre estas organizaciones caducas, atadas a los privilegios del franquismo. Lo que no tienen es vergüenza.

Este país, el nuestro, Canarias, y por supuesto España, necesitan de mucho sosiego y de mucho acierto de gobierno para seguir adelante. Las cifras que da Cáritas para las Islas asustan: más del 30% de la población pasa hambre. ¿Saben ustedes lo que esto significa? Pues que el estallido social no se ha producido gracias a la economía sumergida y a las prestaciones sociales, aunque sean pírricas. Pero se dan todos los condicionantes para que haya una revuelta ¡por hambre! En el siglo XXI y en nuestra tierra.

Las imágenes que estos días nos sirven los medios de comunicación asustan. Porque se ve claramente la actuación de provocadores profesionales, al servicio de la izquierda incapaz de entender nada. La anarquía se puede apoderar de las ciudades. Y estos movimientos violentos, o más o menos violentos, que empezaron con los "indignados" radicales y que ahora siguen con los estudiantes (o lo que sean), también radicales, tienen muy mala pinta.

Lo de Grecia no se debe repetir aquí. Los recortes iniciados por el PP son una consecuencia del mal gobierno socialista. Pero los dirigentes del PSOE, en vez de reconocer su descalabro político, se ponen del bando de los que protestan, haciéndoles creer que la culpa es de los recién llegados. Que ni chiquita cara. Qué poca vergüenza.

La algarada está servida en esta España empobrecida por culpa de una izquierda que nunca quiso ver la crisis, que nos mintió alevosa y permanentemente, que nos engañó como a pardillos y que ahora quiere reivindicarse en la calle. Caraduras.