El portavoz parlamentario de los nacionalistas canarios, José Miguel Barragán, avanza que la comunidad autónoma optará por rescatar los impuestos bonificados -aquellos que no cobra por decisión propia o que lo hace en una cuantía simbólica- como alternativa a una subida de impuestos -que tampoco descarta- para compensar, en parte, la previsible caída de las transferencias realizadas a través de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que ahora ultima el Ejecutivo central para 2012 y que la Administración autonómica afirma desconocer todavía.

La posibilidad de tener que subir los impuestos la avanzó el propio Barragán en la última comisión parlamentaria de Economía y Presupuestos al explicar las opciones que tiene el Archipiélago si el Estado, al final, impone una caída "importante" de las partidas que podría afectar, incluso, la prestación de los servicios básicos.

Consciente de que una subida impositiva será mal recibida -y a la que su propio grupo se ha opuesto en los últimos años-, Barragán ve que la recuperación de parte de los beneficios fiscales es una alternativa viable para evitar que la única forma de paliar la rebaja de los ingresos sea subir la presión fiscal, si bien el portavoz nacionalista evita de forma expresa aclarar si el Impuesto de Sucesiones y Donaciones es, en efecto, la primera opción a considerar.

Pero lo cierto es que los recursos que la comunidad deja de recaudar de forma voluntaria exceden los 900 millones de euros al año, de los que el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones -bonificado en 2008 en un 99,9% cuando José Manuel Soria era el responsable del área económica del Ejecutivo regional- supone casi una tercera parte (cerca de 300 millones). Soria siempre hizo una defensa apasionada de este beneficio fiscal que consideraba crucial para la recuperación de las Islas.

En cambio, CCOO y UGT llevan desde entonces -primer año de la crisis- demandando la recuperación de ese impuesto que, en su opinión, solo favorece a las rentas más altas y exigen dedicar sus recursos a los servicios públicos para evitar así más recortes.

Mientras Soria estuvo al frente de la Consejería de Economía y Hacienda -y en lo que va de esta legislatura- el Gobierno siempre se mostró reacio a reabrir esta vía de recaudación al entender que perjudicaría a la economía en general y que, por lo tanto, desestimularía la recuperación.

En cambio, José Miguel Barragán dio un giro a ese argumento la semana pasada y admitió que esa estrategia no había dado los resultados esperados y que si a la mala situación económica se le sumaba ahora una importante bajada de las transferencias del Estado, la comunidad tendría que replantearse su política tributaria, algo de lo que culpó de forma anticipada al Estado.