La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Brígida Mendoza, insistió ayer en que con el copago se rompe la equidad en sanidad, independientemente de que se hable de rentas altas, medias o bajas.
"El presidente -Paulino Rivero- se ha posicionado firmemente y claramente en todas las ocasiones y en todos los ámbitos, incluido en el Debate de la Nacionalidad, con un claro no al copago. Otra cosa es que visto el desarrollo del Consejo Interterritorial, con la medidas presentadas, evidentemente de lo que se trata es que por lo menos sean calculadas de tal manera que no dañe más a la población", dijo.
Mendoza apuntó que si se lleva a cabo esta medida, tendrá que hacerse de una forma que altere lo menos posible la economía de los canarios, puesto que la comunidad cuenta con una de las rentas medias más bajas.
"Mi posición -añadió- en el Consejo fue la de no al copago. No apoyar esa medida que si bien no se llama copago, evidentemente, nosotros todos los meses en nuestras nóminas contribuimos a mantener el sistema sanitario. Con altas rentas, con medias o con bajas, la equidad se rompe".
Más críticos se mostraron su compañeros de partido, José Luis Perestelo y María del Mar Julios asegurando que el copago agrava la situación económica de los más débiles.
"Este medicamentazo del Gobierno supone un nuevo engaño a los ciudadanos dado que no figuraba en el programa del Partido Popular, hará más pobres a los pensionistas tras la reciente subida del IRPF, el recibo de la luz y otras tasas", señaló Perestelo.
Para la portavoz del Grupo Nacionalista Canario, María del Mar Julios, se trata de medidas incorrectas "que perjudican sobre todo a los más débiles".
Para Julios, el Consejo Interterritorial de Salud "no ha concretado absolutamente nada y habla de un ahorro de 7.000 millones de euros sin haber presentado las propuestas legislativas concretas que hagan ese ahorro viable, tan solo han anunciado ciertas medidas que perjudican a los más débiles, que son, encima, los que más necesitan la asistencia sanitaria", explicó.