"Tremenda", según el director general de Universidades del Gobierno canario, Carlos Guitián. "Un paso muy brusco", a juicio del rector de la Universidad de La Laguna (ULL), Eduardo Doménech. La subida de las tasas universitarias propuesta por el Ministerio de Educación ha cosechado un rechazo unánime por parte de la Administración regional y las instituciones de enseñanza superior de las Islas, que auguran una pérdida de alrededor de 4.000 estudiantes si llega a materializarse en sus términos más extremos.

No obstante, la Consejería de Educación ha adelantado que tratará de amortiguar el impacto del encarecimiento de los precios universitarios y que su intención, siempre que sea posible, es situarse en el nivel más bajo de la horquilla establecida por el Ejecutivo central.

El panorama de futuro fue descrito ayer por Doménech en estos términos: "Un gran número de alumnos que no va a poder acceder a la universidad y otros que ya están en ella, pero que difícilmente van a poder pagar estos precios". Si hasta el momento la crisis económica ha engrosado el volumen de estudiantes universitarios, la medida adoptada por el Ministerio puede variar esta tendencia.

"Si hubiera un buen sistema de becas que diera cobertura a este incremento de las tasas sería otro asunto, pero para eso tendría que destinarse más dinero, y no parece que vaya a ser así", apuntó el rector de la ULL.

Aunque Doménech esperaba un aumento de las tasas, la cuantía finalmente propuesta le parece "muy fuerte". Tal y como se ha dicho, las primeras matrículas podrían subir hasta 540 euros, pero en el caso de la ULL, y teniendo en cuenta el promedio de asignaturas pendientes, el incremento medio puede ser de casi 900 euros, advirtió el máximo dirigente del centro docente.

Respecto a la eliminación de titulaciones sin suficiente alumnado -otra de las decisiones que Educación deja en mano de las comunidades autónomas-, Eduardo Doménech teme que, si el volumen de estudiantes se reduce de la forma esperada y la financiación estatal continúa cayendo, se terminarán por aplicar los "criterios generales" sobre el número mínimo de alumnos para impartir un título. "Todo llegará, tarde o temprano", apostilló el rector de la ULL.

Por su parte, el director general de Universidades reiteró que, como en los últimos años, la Consejería tratará de que la subida de tasas se sitúe en el extremo inferior de la horquilla, aunque matizó que dependerá del análisis de los datos y de "las posibilidades de la Comunidad Autónoma y de la Consejería de Economía y Hacienda".

Carlos Guitián recordó que un alumno canario paga una media de 8,6 euros por cada crédito de un título de grado, frente a los 11,5 que se abonan en Madrid. "El Gobierno de Canarias ha financiado esa diferencia en los últimos años, pero si el Ministerio recorta transferencias y programas y las universidades siguen pidiendo, habrá que ver qué podemos hacer", avisó el director general.

En cuanto a la desaparición de titulaciones, Guitián prácticamente la descartó. "Ese es el tema que menos me preocupa", dijo. En este sentido, el Ejecutivo regional entiende que hay estudios que, pese a "no tener un gran tirón", cumplen un papel en la Comunidad Autónoma y "no se puede prescindir de ellas".