Un total de 530 reclusos fueron atendidos por Cruz Roja en el año 2011 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. De ellos, 383 recibieron apoyo a través del proyecto "Intervención social en prisión" y 147 con el programa "Trabajos en beneficio de la comunidad". Además, se llegaron a realizar 232 atenciones a los menores que participaron en el proyecto "Guardería vis a vis".

El proyecto denominado "Guardería vis a vis" o "Guardería infantil en horario de comunicación", gestionado por Cruz Roja con la colaboración del Centro Penitenciario de Tenerife, está dirigido a los menores que acuden a visitar a los familiares internos en esta prisión. El trabajo que realizan los voluntarios de esta organización no gubernamental se basa en canalizar las visitas y aminorar el impacto de las largas esperas hasta la comunicación con los presos además del impacto negativo que provoca el acceso a estas instalaciones.

Para ello, se realizan actividades lúdico-educativas que ocupan de manera positiva el tiempo de estos niños, como talleres de manualidades, expresión corporal, talleres musicales y cuentacuentos, favoreciendo así el desarrollo integral de los mismos en todos los aspectos: afectivo, social y cognitivo.

El servicio de "Intervención social en prisión" va destinado a mejorar la calidad de vida de las personas que se encuentran en aislamiento social con el objetivo de mitigar las consecuencias de la privación de libertad, con lo que se facilita así la reinserción y reeducación de los internos y se potencian actitudes socialmente positivas que, dadas las circunstancias, han quedado paralizadas.

El pasado año se llegó a atender a un total de 280 hombres y 103 mujeres mediante este proyecto. Una de las actividades más novedosas llevadas a cabo mediante este proyecto es Radio Tenerife II, puesta en marcha a inicios del pasado año. Actualmente, cuenta con la asistencia voluntaria de 15 personas internas, emite para todos los módulos y, además, se han establecido varios contactos con emisoras del exterior.

Las personas que cubren estos trabajos sociales prestan sus servicios de forma no retribuida en distintas actividades de utilidad pública que ofrece la institución penitenciaria, con un mínimo de 4 horas diarias y un máximo de 8 horas, adecuándose a su vida laboral y familia.