Canarias podría ser referente mundial de la energía eólica del futuro, en la que tienen puestas sus esperanzas potencias como Japón, si la multinacional Gamesa tiene éxito en el desarrollo de su aerogenerador de alta mar en Arinaga, en opinión del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC).

El diseño de parques eólicos flotantes en alta mar, donde la fuerza del vientos y su potencial energético es superior, es "una carrera en la que hay cinco o seis corredores pero todavía no hay ninguno destacado", ha declarado el consejero delegado del ITC, Nicolás Díaz Chico, que ha dicho que, además, Gran Canaria recibirá al menos 20 millones de euros de inversión con el proyecto.

Más allá de esa inyección de dinero para la economía isleña, este investigador ha subrayado que la iniciativa puede reportar beneficios para toda la sociedad y es "enormemente importante", ya que lo que se va a desarrollar en Arinaga, y en concreto en el muelle de ese núcleo del municipio de Agüimes, es "un prototipo enteramente nuevo, el primero de Gamesa con destino oceánico".

Dan idea de ello las magnitudes que se manejan en el proyecto, como los 128 metros de diámetro del rotor del aerogenerador a probar en el Muelle de Arinaga, que es "mayor que un campo de fútbol", o su capacidad de producción de electricidad, de cinco megavatios, lo cual es "muchísima potencia", ha detallado en una entrevista concedida el representante del ITC.

En este instituto dependiente del Gobierno de Canarias están tan convencidos de que esta iniciativa "va a ser muy positiva, en todos los sentidos", para las islas, que, de hecho, es copropietario de la licencia que posibilitará que Gamesa se instale en Arinaga, junto al Cabildo de Gran Canaria y Puertos del Estado.

Díaz Chico explica que unos y otros han estado de acuerdo en ceder sus derechos para instalar turbinas experimentales en Arinaga a la compañía porque su decisión de instalarse allí "posiciona a Canarias en el mapa mundial de la energía eólica" y, además, hace que "los canarios estén de enhorabuena" por otras varias razones.

Pues el proyecto "lleva aparejada la creación de puestos de trabajo de altísima cualificación, de ingeniería, software y otros que tienen que ver con los desarrollos asociados a este prototipo" y, "además, se va a probar con todas las condiciones de conexión a la red, de forma que supondrá también una aportación importante a la diversificación de las fuentes de energía de Gran Canaria", precisa.

Otro beneficio de la iniciativa es que contribuirá a ir haciendo realidad la apuesta recurrente por disminuir la dependencia del turismo de Canarias y promover "tecnologías que permitan el avance de la economía basada en el conocimiento".

La importancia del proyecto, no obstante, va mucho más allá de Canarias y España, ya que la intensificación del rechazo a las centrales nucleares que ha partido de Japón tras el accidente de Fukushima ha hecho que "la energía que se espere captar sea la oceánica, eólica y de las olas", porque "la alternativa no pueden ser los combustibles fósiles", con fecha de caducidad.

Ese contexto ha revalorizado las características que para la investigación de la energía extraída del océano reúne Arinaga, que ya había apreciado desde años atrás el ITC, que, de hecho, tiene una sede en la cercana playa de Pozo Izquierdo, en Santa Lucía de Tirajana.

Desde ella se ha calculado que en las proximidades de la costa "hay más de un gigavatio de energía eólica, que es más que la que tiene instalada toda la isla de Gran Canaria en este momento", expone Díaz Chico, quien destaca que ese dato permite "imaginar la cantidad de energía que hay por ahí, en el mar, esperando a ser aprovechada".

Sobre el Muelle de Arinaga en concreto, recalca que "allí se dan unas condiciones inmejorables para hacer proyectos de investigación y desarrollo relacionados con la energía marina, porque es un entorno de salinidad y viento que es muy similar al de mar adentro, prácticamente metido en el mar".

Y agrega que, "de hecho, de las tres alternativas posibles que barajaba Gamesa, una en Reino Unido, otra en Estados Unidos y la de Arinaga, han elegido Gran Canaria no por otras razones, sino porque es la mejor de las tres, con diferencia".

Lo cual, en su opinión, implica que en ese lugar habrá nuevas oportunidades de crecimiento económico para Canarias y de avance en la suficiencia energética y el cuidado del medio ambiente para todo el mundo en general, porque "el futuro de la energía eólica está en el mar, claramente".