Cerca de mil estudiantes universitarios escenificaron ayer en las calles de Santa Cruz de Tenerife su rechazo a los recortes en materia educativa decretados por el Ejecutivo central, en lo que fue el primer acto de una jornada de lucha que culminó a las siete de la tarde con la concentración que el denominado Frente Unitario Canario por la Educación Pública convocó frente a la Subdelegación del Gobierno y a la que estaban llamados docentes, padres, alumnos y ciudadanos en general.

En contraposición a la manifestación de la pasada semana en La Laguna -que terminó con la "toma" del Rectorado por parte de los alumnos-, la de ayer transcurrió sin que se produjeran incidentes. Los estudiantes partieron a mediodía del parque de La Granja y, bajo un sol abrasador, marcharon hacia la Consejería de Educación, donde fueron recibidos con muestras de solidaridad de algunos funcionarios -que agitaron sus manos por las ventanas al son de "Manos arriba, esto es un atraco" e, incluso, desplegaron una pancarta-, y finalizaron su recorrido ante una sede de Presidencia cerrada a cal y canto.

Bajo las consignas unánimes de "No al tasazo", "Más becas y menos hipotecas" o "A ti que estás mirando también te están robando", los manifestantes -entre los cuales también figuraban profesores de la Universidad de La Laguna (ULL), algunos de cierta relevancia pública, como el exsubdelegado del Gobierno en Canarias José Antonio Batista- se sumaron así a una convocatoria que sacó a la calle a miles de personas en diferentes ciudades de España, aunque en Madrid solo contó con el respaldo de unos 300 estudiantes a causa de la coincidencia con la época de exámenes, según los organizadores.

En Tenerife, la protesta estaba auspiciada por la Asamblea por una Educación Pública de la ULL e iba acompañada de una jornada de huelga estudiantil, de la que no existen datos oficiales, pero cuya participación los convocantes cifran en alrededor de un 80%. "Ha habido respuesta, sobre todo en los campus de Guajara y Anchieta", dijeron.

Durante su recorrido por las calles de la capital tinerfeña, un pequeño grupo de manifestantes se desvió para tratar de implicar en la movilización a los jóvenes que estudiaban en la biblioteca del TEA. Al grito de "Hoy se lucha, no se estudia", intentaron infructuosamente sumar adeptos a la protesta. Al no conseguirlo -y cuando algunos agentes de la Policía Nacional se acercaban al lugar-, los "espontáneos" desistieron y retomaron el trayecto previsto.

Si la movilización mañanera fue concurrida, no puede decirse lo mismo de la que se desarrolló por la tarde. Menos de un centenar de profesores, padres y alumnos se dieron cita ante la Subdelegación del Gobierno para plantar cara a los recortes planteados por el Ministerio de Educación. Los organizadores definieron el acto como "una preparación" para las manifestaciones -y quizás la huelga, convocada ya a nivel nacional- previstas para el 22 de mayo.

Además, los miembros del Frente Unitario Canario por la Educación Pública aseguraron que el paro de diez minutos celebrado en los centros por la mañana tuvo un amplio seguimiento.

Las medidas planteadas por el Gobierno central para reducir 3.000 millones de euros en el sistema educativo prevén el aumento del número máximo de alumnos por clase, la ampliación de la carga horaria lectiva de los docentes y la limitación de la oferta de Bachillerato, mientras que en el ámbito universitario contemplan un incremento de los precios de las matrículas que puede alcanzar el 66% y un endurecimiento de las condiciones para acceder a una beca.