El sindicalista y comunicador Justo Fernández, fallecido hoy en Tenerife, deja atrás su propia página web, en la que incluye una amplia biografía que concluye con los principios que resumen su amplia trayectoria en los medios de comunicación: "hablar claro, decir la verdad y denunciar los abusos, el favoritismo y la corrupción".

En 1989, Justo Fernández dejó atrás su trayectoria sindical y regresó a Canarias, desde donde intensificó su constante presencia en todo tipo de medios informativos, y de muchos de ellos salía por las presiones políticas y económicas que recibían sus dirigentes o propietarios, según narra en su sitio web.

Nacido en 1936, a los 16 años, Justo Fernández comenzó a trabajar en la sucursal del Banco Hispanoamericano en Santa Cruz de La Palma y allí se rebeló contra los jefes del banco que pretendían que trabajara más allá de sus horas y que no disfrutara de sus vacaciones reglamentarias.

"Era el único que se marchaba al terminar la jornada legal de trabajo", indica su biografía, escrita en tercera persona, pero la dirección no pudo impedir que fuera elegido enlace sindical.

En 1965 se trasladó a Madrid a la oficina principal del BHA, con 3.500 trabajadores, donde mantuvo su rebeldía contra los abusos, "enfrentándose directamente a los jefes, que tenían atemorizados a los trabajadores".

En 1966 salió elegido representante sindical pese a las maniobras del Sindicato Vertical y se hizo una promesa: convertir a los empleados de chaqueta y corbata de la banca en trabajadores que luchaban, como los del metal, las minas o la construcción, para conseguir sus reivindicaciones.

Su actividad atrajo la atención de los máximos dirigentes del Sindicato Vertical y de la Brigada Social, y comenzaron los seguimientos, las advertencias, los obstáculos y las represalias, narra Justo Fernández.

"Varios expedientes sindicales, seis detenciones, dos registros domiciliarios, dos procesamientos y la desposesión de los cargos sindicales, fueron el premio del franquismo a su dedicación a la organización de los trabajadores del sector financiero".

En 1972 se afilió a PSOE y UGT, sindicato en el que fue elegido secretario general de la Federación de Banca, Bolsa y Ahorro, y renovó el puesto durante cinco congresos.

Estuvo como portavoz de la delegación de Madrid en el congreso del PSOE de Suresnes, celebrado en 1974, "donde fue elegido Secretario General Felipe González, con el voto en contra de Madrid".

Justo Fernández narra cómo en 1983 fue elegido por el diario Pueblo como Figura Sindical Popular, pero cuando se enteró que el premio se lo iba a entregar el entonces ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, decidió no asistir al acto.

Una semana después, los trabajadores del diario le entregaron la placa conmemorativa en la redacción.

Siempre colaboró con los medios de comunicación, pero fue a partir de finales de los ochenta cuando empezó a tener una presencia que lo hizo muy popular.

La lista de medios en los que colaboró es amplia: Antena 3 radio, Antena 3 televisión, la Cope, diario Madrid, Ya, Diario 16, Cinco Días, ABC, Pueblo, El País, El Independiente, El Periódico, El Mundo, La Razón, Gentleman, Guadiana, Cambio 16, Actualidad Económica, Tiempo, La Gaceta de Canarias y Canarias 7 y Diario de Avisos, Canal Nou, Canal 7 y Canal 8 son algunos de ellos.

Sus intervenciones siempre estaban "amparadas documentalmente o con testimonios fidedignos", indica en su biografía y "ninguno de los medios de comunicación en los que ha colaborado ha sido objeto de demanda alguna por las intervenciones de Justo".

Pero "los poderes económicos y políticos, tienen medios suficientes para presionar a los rectores o propietarios de los medios de comunicación para evitar que Justo continúe su labor, en defensa de los intereses de los ciudadanos".

Ante los ciudadanos mantuvo su compromiso: Justo "no escribirá, hablara o actuará en ningún medio de comunicación que pretenda condicionar o evitar su decisión irrenunciable de hablar claro, decir la verdad y denunciar los abusos, el favoritismo y la corrupción que, lamentablemente, es una constante en la actividad política canaria".