Los días de grandes incendios son propicios para los nervios, las reivindicaciones, las interpretaciones políticas y, en definitiva, las polémicas y las opiniones diversas. Ayer, el director general de Protección Civil y Emergencias del Gobierno estatal, Juan Antonio Díaz, señaló que en Canarias existen tres helicópteros permanentemente desplegados para luchar contra los incendios y que "no siempre" los hidroaviones son el medio "más adecuado" contra los fuegos.

De esa manera, Díaz respondió a la petición realizada por el presidente canario, Paulino Rivero, que reclamó al Gobierno de España que establezca en las islas una base permanente de hidroaviones para combatir rápidamente los incendios forestales, dada la tardanza con la que llegan esos refuerzos cuando hay alguna incidencia.

El director general de Protección Civil a nivel estatal dijo que dicha solicitud es un "tema que hay que valorar", aunque destacó que el Estado "está dispuesto a apoyar en cualquier momento con los medios de que se disponen y, cuando se solicita la intervención de los hidroaviones, se activan y se desplazan a la zona".

Díaz resaltó que los aviones están desplegados en muchos aeropuertos españoles para llegar lo antes posible a las zonas de los incendios. Ante ese planteamiento del Gobierno del Estado, desde la Consejería de Seguridad afirmaron que "hay veces que sí es necesaria" la participación de dichas aeronaves.

La intervención de un hidroavión resulta eficaz en la medida en que tiene mayor capacidad de vertido de agua sobre el fuego que un helicóptero. Y la actuación de estos aparatos en el incendio registrado de Tenerife en julio, que afectó principalmente a los municipios de Adeje, Vilaflor y Guía de Isora, fue crucial. Tal y como se explicó en aquellos días, los hidroaviones obtienen su mayor eficacia en zonas donde no existan desniveles excesivamente pronunciados.

El director general de Emergencias y Protección Civil del Gobierno canario, Humberto Gutiérrez, aclaró que, realmente, quienes apagan el fuego son los operarios que actúan en tierra. Sin embargo, el apoyo de helicópteros e hidroaviones resulta fundamental para reducir la altura de las llamas hasta un metro y medio de altura. A ese nivel, los operarios de tierra ya pueden intervenir con ciertas condiciones de seguridad. Además, helicópteros e hidroaviones permiten retrasar el avance del fuego para dar tiempo a los medios terrestres a frenar la expansión e intentar "cercar" o cerrar el paso a las llamas.

También, en áreas de difícil acceso, los helicópteros facilitan la llegada de unidades helitransportadas, que de otra manera no podrían entrar en esos enclaves.

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helicópteros tienen base en Canarias para extinguir incendios