La Jefatura Superior de Policía de Canarias ha solicitado que se haga un nuevo análisis a los restos óseos que se hallaron el 19 de marzo de 2010 en un pozo de Jinámar (Gran Canaria) mientras se buscaba a la joven Sara Morales y que, en su momento, se atribuyeron a pequeñas aves.

En su día, se investigó si esos huesos podían guardar alguna relación con la desaparición de esa joven en Las Palmas de Gran Canaria o con la del niño Yéremi Vargas, en Vecindario, pero al descartarse su origen humano no se continuó con esa hipótesis.

El sindicato mayoritario en la Policía, el SUP, defendió ayer que, visto el error cometido con el análisis de los vestigios encontrados en una finca de Córdoba durante la búsqueda de los pequeños Ruth y José, sería conveniente revisar los restos óseos del de pozo Jinámar para infundir "tranquilidad" a las familias de Sara Morales y de Yeremi Vargas, que siguen desaparecidos.

La delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, hizo ayer un llamamiento a la prudencia al conocer esa petición del SUP, porque el hecho de que se haya cometido un error en un caso no implica que ese fallo se haya repetido en otros, alegó.

No obstante, Hernández Bento hoy ha anunciado en una nota de prensa que se va a realizar un nuevo análisis a los restos de Jinámar a petición de la Jefatura de Policía en Canarias.

La joven Sara Morales desapareció el 30 de julio de 2006 en Las Palmas de Gran Canaria y del niño Yeremi Vargas, de Vecindario, no se tienen noticias desde el 10 de marzo de 2007.