Será un curso difícil. Así lo advierten los representantes del profesorado, las familias y el alumnado y lo corrobora el propio Gobierno canario. Las medidas adoptadas por las administraciones central y autonómica suponen menos profesorado en los centros, más alumnos por aula y la desaparición de recursos educativos de atención a la diversidad y de conciliación de la vida familiar y laboral. Por lo pronto, el curso comenzó ayer en 650 colegios de Infantil y Primaria con un ligero descenso de la cifra de estudiantes matriculados -300 menos-, que afecta más a la enseñanza concertada que a la pública, donde el número de alumnos crece levemente.

Además, el año escolar da inicio con la incertidumbre que para algunas familias -las de una decena de centros escolares de Tenerife- ha representado el cierre de la empresa de cáterin Sánchez Bacallado, que prestaba el servicio de comedor en unos cincuenta colegios de la Isla. En esos diez centros no ha podido abrirse el comedor, y deberán esperar unos días -la Consejería de Educación calcula que hasta mañana- para hacerlo.

Además, en el caso de los colegios que han tenido que recurrir a la empresa que quedó situada tras Sánchez Bacallado en el proceso de concesión del servicio, las familias corren el riesgo de tener que pagar una cuota mayor de la establecida inicialmente, pues las nuevas entidades cobran más que la primera. Según el presidente de la Federación Insular de Tenerife de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fitapa), Eusebio Dorta, en algunos centros la tarifa puede encarecerse hasta un 20%.

"Los padres tendrán que pagar porque la Consejería ya tiene un presupuesto establecido para los comedores y no puede ampliar la partida", explicó Dorta.

Al margen del problema con los comedores, las incidencias comunicadas por el Gobierno en el primer día de clase fueron escasas. Solo un centro, el CEIP Arona, en Tenerife, ha retrasado su apertura hasta mañana. Lo ha hecho con autorización de la Dirección Territorial de Santa Cruz de Tenerife por finalización de obras. Asimismo, las escuelas unitarias Temocada (La Gomera) y El Palmar (Tenerife) abrieron sus puertas, pero los padres no enviaron a los alumnos por no estar de acuerdo con el reparto de grupos.

En cuanto a la matrícula, la cifra actual variará como consecuencia de las nuevas altas que se producen siempre con el inicio del curso. Los datos definitivos se obtendrán una vez cumplimenten los centros sus certificaciones de matrícula a lo largo del mes de septiembre.

Por islas, el número de estudiantes matriculados hasta ahora en los niveles de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato, tanto en pública como en concertada, se distribuye así: 117.635 en Tenerife, 115.613 en Gran Canaria, 20.871 en Lanzarote, 15.915 en Fuerteventura, 10.889 en La Palma, 2.431 en La Gomera y 1.267 en El Hierro. Las cifras de escolarización del alumnado de Formación Profesional y resto de enseñanzas se tendrán a finales de septiembre.

Respecto a las infraestructuras educativas, la inversión de la Consejería en 2012 es de 19.965.277,72 euros, de los que 16.915.624,19 euros se dirigen a obras mayores, suministros y equipamiento, y 3.049.653,53 euros a obras de emergencia y reformados.

Antes de final de año entrarán en funcionamiento cinco nuevos centros: el IES Costa Teguise (Lanzarote), el CEIP El Jable (La Palma); el CEIP La Paredilla (Gran Canaria) y los CEIP Las Chafiras y Araya (Tenerife).