La Jefatura Superior de Policía de Canarias ha defendido hoy que, en su respuesta contra el grupo de estudiantes que intentó boicotear el inicio del curso en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), los agentes emplearon "la mínima fuerza" contra un acto de "desobediencia leve".

Consultado por Efe, un portavoz del Cuerpo Nacional de Policía en la capital grancanaria ha subrayado que la concentración de este grupo de estudiantes no había sido comunicada con carácter previo a la Delegación del Gobierno, como exige la ley.

Sin embargo, ha explicado, no se decidió disolverla por ese motivo, sino por la actitud que adoptaron los estudiantes cuando decidieron bloquear las puertas de acceso al Paraninfo para impedir que accedieran los invitados al acto de apertura del curso.

La Policía asegura que los agentes pidieron a los estudiantes que depusieran su actitud y que, como no lo hicieron, se les obligó a hacerlo "empleando la mínima fuerza", dentro de los límites que marca la Ley de Seguridad Ciudadana.

Según ha confirmado el Centro de Coordinación de Emergencias del Gobierno canario, los efectivos de 112 que se desplazaron a la zona prestaron asistencia sanitaria por cuadros leves a dos personas, a las que se trasladó a centros de salud.

Ninguna presentaba contusiones, sino que una de ellas se quejaba de un dolor en el tórax y la otra sufría una crisis de ansiedad.

Como consecuencia de este incidente, la Policía ha solicitado la identificación a 13 de los participantes en la protesta y ha abierto un expediente de carácter administrativo por "desobediencia leve".