Los ajustes del Gobierno del Partido Popular han convulsionado una universidad ya ahogada por los recortes acometidos por las administraciones regionales que, en el caso de Canarias, han sido considerables. El rector de la Universidad de La Laguna (ULL), Eduardo Doménech, no puede evitar mostrarse pesimista sobre el futuro próximo. Sabe que el rescate aguarda a la economía española y que las repercusiones sobre los centros de enseñanza superior serán inevitables. Por ello, parece resignado a aparcar muchos de los proyectos que albergaba hace solo dos años y se conforma con que la ULL pueda seguir desarrollando su labor en una condiciones "mínimas, pero adecuadas".

Los rectores preveían una gran caída de alumnos matriculados. Según la Administración, no será tanto.

Los datos son provisionales porque no se ha cerrado el proceso de matriculación. Las consejerías de Educación y Economía nos han pedido los datos para el ajuste económico y fiscal por la disminución de sueldos y el incremento de las tasas -que se lo va a quedar el Gobierno-, y efectivamente, la matrícula solo ha bajado un 0,3% en relación al mismo periodo del año pasado. Pero si nos fijamos en los nuevos alumnos, no ha bajado. O se mantienen o aumentan. El único descenso que se ha producido es el previsible de estudiantes de titulaciones en extinción. Nuestro análisis preliminar es que muchos de ellos son los que motivaron el incremento en la matriculación en años anteriores, porque estaban en paro y decidieron reanudar los estudios, y la dificultad para aprobar los mete en terceras y cuartas convocatorias. Con carácter global, la CRUE prevé que este curso al final acabe teniendo menos alumnos de los previstos, porque muchos con primeras matrículas se inscriben condicionados a una beca y, si al final no la reciban, es posible que no puedan pagar y abandonen.

¿Es posible que, aunque se mantenga el número de alumnos, descienda el de asignaturas de las que se matriculan?

Este año hemos incluido la posibilidad de matrícula a tiempo parcial, pensada para poder compatibilizar estudios y trabajo. Por tanto, existe la posibilidad de que se matriculen de menos materias.

¿El Gobierno se queda el incremento de los ingresos por la subida de las tasas?

Sí.

Pero el director general de Universidades ha propuesto que ustedes destinen el aumento de los ingresos por las tasas a crear un fondo de ayudas urgentes para alumnos con dificultades económicas sobrevenidas.

Para eso el Gobierno tendría que renunciar a lo que figura en el plan económico y fiscal, que prevé un ahorro de tres millones de euros por el incremento de las tasas y de 2,2 millones por el descenso de los sueldos.

¿No se benefician las universidades de ese ahorro?

No. El Gobierno nos descuenta de la transferencia lo que supone el incremento de tasas. Por tanto, ese fondo de urgencia tendría que crearlo el Gobierno. Ellos han calculado que van a tener un gasto menor en universidades, por lo que pueden hacerlo ellos. Lo haríamos nosotros si nos dieran la transferencia completa.

¿Cuántos másteres de la ULL han sido considerados como de carácter habilitante para el ejercicio de una profesión y, por ello, no se les ha aplicado el nuevo incremento de tasas?

Como otras universidades, hemos establecido que la mayor parte de los másteres buscan una especialización profesional y hemos aplicado un criterio amplio.

¿Cuándo se reunirá la comisión que negociará el nuevo contrato programa? Según la Consejería de Educación, ya ha sido constituida oficialmente.

No se ha constituido. Constituirse es sentarse todos en una mesa y hablar, y eso no se ha hecho.

¿Tendría sentido que se reuniera durante este año, cuando aún el Gobierno de Canarias no sabe de cuánto dinero va a disponer?

Es verdad que todavía el panorama es muy incierto y que hay una amenaza de rescate, que supondrá con toda seguridad un endurecimiento de las condiciones de ajuste para nuestro país con repercusiones en los presupuestos de Educación. No obstante, somos partidarios de empezar a trabajar sobre el modelo, que no tiene por qué conllevar un compromiso económico "equis" para los próximos años. El anterior Ministerio aprobó un proyecto, que no llegó a salir como ley por falta de tiempo, que establecía un modelo muy similar al que ya existía en las universidades canarias: una financiación básica, que asegura que se puedan impartir los estudios y abrir los centros en condiciones adecuadas -mínimas, pero adecuadas-, y una financiación por objetivos, relacionada con la calidad de los servicios, la investigación, la docencia y otros aspectos, que permitiría hacer más cosas y estar en mejores condiciones. Ese es el modelo; no hay otro. Sobre él hay muchas cosas que discutir. Y ni siquiera sabemos si la Consejería está en condiciones de garantizar una financiación básica que aceptemos las universidades.

El consejero se comprometió hace unos meses a garantizarla.

Sí, pero también dijo que se iba constituir la comisión para negociar el contrato-programa. Solo entiendo ese retraso desde la perspectiva de la inquietud de la Administración por las dificultades económicas y su resistencia a adquirir un compromiso.

¿Cuáles son, entonces, las aspiraciones mínimas de la ULL respecto a la financiación?

Ahora mismo me conformo con tener la financiación que permita el mantenimiento básico de los edificios para que no se deterioren y mantener la plantilla actual, tanto de profesores como de personal de administración y servicios. Con eso me conformaría para el año que viene.

¿Es consciente de que plantea un panorama sombrío?

Sí. Eso sería lo básico. ¿Qué cosas me gustaría hacer? Me gustaría poder seguir ejecutando la obra de la nueva facultad de Bellas Artes y terminar la segunda fase de la ampliación de Ingeniería Informática. Se van a acondicionar las aulas, pero los despachos y la mayor parte del edificio no se podrá.

Hasta ahora han logrado continuar con las obras.

Este año se terminará seguro la estructura de Bellas Artes y, si sobra dinero, empezaremos con el acondicionamiento de algunas aulas y laboratorios. Pero sería importante poder continuar haciendo eso el año que viene, para que, si no pudiéramos acabar la obra del todo, al menos sí descongestionar en parte la actual facultad, que además imparte dos titulaciones nuevas, Diseño y Restauración de Bienes Culturales.