Dice eldiariodetenerife.com que el origen de la inquina entre Paulino Rivero y Álvaro Arvelo, una inquina unilateral, desde luego, podría estar en Miguel Concepción, el empresario de referencia de CC, y en sus diferencias con la antigua CajaCanarias. Pero he aquí que nos consta que CajaCanarias siempre tuvo un trato correcto, incluso amable y fluido, tanto con las empresas de Concepción como con el C.. Tenerife, que él preside. Lo que ocurre es que cuando CajaCanarias se convirtió en La Caixa ya la entidad no dependía de Álvaro Arvelo, ni tenía por qué mantener ese trato con el C.. Tenerife, ni con las empresas de Concepción.

Hace como un año, este empresario, al que se le supone extremadamente unido a Paulino Rivero, escribió una carta, muy airada, a Álvaro Arvelo, porque a su juicio no se estaban cumpliendo ciertas condiciones pactadas por CajaCanarias con el Tete. La Caja lo negaba.

Buscando motivos que justifiquen la cruel intervención del Gobierno de Canarias en la fundación social y cultural de la antigua entidad, el citado digital se pregunta si todo el origen está ahí, en que Rivero se la tenga jurada a Arvelo porque su amigo Concepción se sienta maltratado. Conociendo al mago de El Sauzal, sabiendo cómo gobierna, cómo ejerce el poder y su forma de hacer las cosas, la verdad es que no nos extraña. Jamás había conocido la sociedad canaria una forma tan violenta de actuar por un Gobierno regional. Lo de la intervención de la Fundación CajaCanarias puede ser indicativo de lo que nos espera mientras él siga ahí. Claro que cualquier cosa se puede esperar de un Ejecutivo que desprecia inversiones multimillonarias de Repsol en Canarias para que un presidente se mantenga en el poder. Porque la actitud de ciertos sectores de CC en Lanzarote y Fuerteventura invitan a pensar esto. Se hurta a Canarias su riqueza para mantener en el poder al hombre de El Sauzal. Increíble, pero rigurosamente cierto.

El periódico digital citado hace una serie de consideraciones en la relación Rivero-Concepción y revela algunos episodios de las cuitas de este último con el Cabildo de Tenerife. Leyendo entre líneas es para echarse las manos a la cabeza.

Si Arvelo rebobina, probablemente encontrará sentido al origen de la enemistad de dos personas que eran amigas y se respetaban. Repito que se trata de un rompimiento unilateral por parte de Rivero. Inconcebible. Está claro que el sauzalero es una persona rencorosa (como gobernante), pero no creíamos que una actuación política pudiera ser tan sibilina, incluso con una fundación tinerfeña que ahora se quiere entregar a Las Palmas.