El presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Sebastián Grisaleña, se ha mostrado este miércoles "abiertamente en contra" de la Ley de Turismo que prevé 7.000 camas turísticas rehabilitadas de cuatro estrellas en Gran Canaria, ya que entendió que no hay que "encorsetar" a los empresarios y que cada isla tiene unas necesidades diferentes respecto al turismo.

"El presidente del Gobierno regional, Paulino Rivero, ha insistido en esa ley de turismo por más que le hemos intentado insistir en que cada isla es un mundo, que cada una tiene sus peculiaridades y que lo que no se puede hacer es una ley encorsetando a muchas islas, que a lo mejor unas necesitan hoteles de cuatro estrellas, otras apartamentos y otras hoteles de cinco estrellas", dijo.

En declaraciones a los medios de comunicación, destacó que Gran Canaria lo que pide es no sólo que se permita rehabilitar planta obsoleta para hacer hoteles de cuatro estrellas, sino que se no les diga a los empresarios lo que tienen que hacer.

"¿Que Gran Canaria necesita hoteles de cuatro estrellas que son mucho mejores que aquellos cuatro estrellas que están en el exterior? --agregó-- pues la ley no puede encorsetar a un empresario, que arriesga su dinero, por una falta de diálogo".

Aquí, Grisaleña entendió que Rivero tiene que actuar dialogando, ya que solo así se llegará al consenso". "Enfrentándonos y haciendo una ley en contra de lo que opina una mayoría, yo diría que es negativo", matizó.

"Por lo tanto --concluyó--, nosotros, como CCE, nos vamos a posiciones abiertamente en contra de la decisión del Gobierno".