El sector tomatero de Canarias vive "una situación insostenible" que podría abocarlo a la desaparición debido al recorte de ayudas a la producción y al transporte, aseguró ayer el presidente de Asaja en Las Palmas y portavoz de federación de exportadores Fedex, Roberto Góiriz.

La retirada progresiva de ayudas por parte del Estado y del Gobierno de Canarias ponen en peligro un sector del que dependen más de 15.000 familias en las islas, indicó Góiriz.

Este portavoz del sector denuncia que los agricultores solo recibieron una partida de los fondos previstos en el Plan Estratégico del Tomate, abonada en 2009, y después de ella no volvieron a ingresar más ayuda, por lo que dejaron de percibir 23 millones de euros.

En cuanto a las ayudas al transporte, existe un desfase de unos diez millones de euros que hace casi imposible que el tomate canario pueda competir con el de otras zonas y hace que los agricultores y productores de las Islas sean "de segunda", advierte.

Las ayudas al transporte se redujeron desde el 60% previsto en 2012 hasta el 25% y "el sector ha llegado a una situación límite que pone en riesgo su pervivencia", según Góiriz.

Mientras en 2000 había unas 4.500 hectáreas de tomate plantadas en el Archipiélago y se exportaban unas 450.000 toneladas, ahora la superficie se redujo a 1.700 hectáreas y las exportaciones a 90.000 toneladas.

"La situación actual es de alarma, ya que existe un riesgo real de desaparecer", aseguró a Góiriz, por lo que es "imprescindible" que la Administración defina una política agraria "clara".