La propuesta del comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural Dacian Ciolos de estrechar los vínculos de la agroindustria y la distribución de Canarias con la producción local a fin de apoyar al sector primario se estrella contra una realidad largamente debatida -pero no resuelta- de un modelo agrícola que deja poco margen para profundizar más ese tipo de colaboración. No es que sea imposible, pero unos y otros lo ven complicado, al menos a corto plazo. ¿Por qué?

Para empezar, el presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), Henry Sicilia, aclara que la idea de Ciolos -que trae a las Islas el ejemplo del acuerdo entre productores, distribuidores y productores de Isla Reunión- tropieza con la dificultad que supone la fragmentación del Archipiélago. "Cada Isla tiene sus especificidades en esos tres aspectos, no se puede tener un marco único para todos".

El secretario general de la Asociación de Supermercados de Canarias (Asuican), Alonso Fernández, cree que las palabras de Ciolos fueron "una salida" y "un escape" ante la situación de la producción local y cree que el problema "real" radica en la dispersión y en la forma en que funciona el sector primario canario, un planteamiento que comparte con el presidente regional de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), Eugenio Castillo.

"Es evidente que la producción local llega al mercado", remarca Fernández. De hecho, destaca, "algunos de nuestros asociados compran semillas para ayudar a determinados productores". Existe una colaboración entre ambos, "pero hay producciones que no cubren la demanda". La solución es establecer una planificación de los cultivos. "Hay que acordar qué y cuánto cultivar para ajustar la producción a la demanda".

Castillo está de acuerdo. "A veces la producción local es insuficiente para cubrir las necesidades de la industria, lo que obliga a importar la materia prima". Por eso defiende que el Régimen Específico de Abastecimiento (REA) apoye las importaciones. "Tenemos que ser competitivos". De más está decir que los productores ven que ese mecanismo subvenciona en exceso los insumos que vienen del exterior y que les hace una competencia injusta y hasta ilegal.

El técnico y responsable en Tenerife de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) Manuel Redondo replica a Fernández que Ciolos "no echa balones fuera" con su planteamiento, sino que este forma parte de la reforma emprendida por Bruselas de la Política Agraria Común (PAC). "Antes, comercialización y producción iban por su lado, pero ahora el mercado se entiende como una unidad que requiere equilibrio entre sus partes".

En la distribución canaria, afirma, cinco empresas controlan el 75% del mercado. "Eso es impensable en la producción -muchas pequeñas explotaciones- y marca la diferencia en el poder de negociación", insiste.

Redondo responde a Castillo que la agroindustria opta por la importación no por que la producción canaria sea escasa, sino porque el REA abarata traer la materia prima de fuera, pero Asinca ve injusta la acusación. "El REA solo hace competitivo comprar fuera lo que no se produce en Canarias".

Sicilia añade que la gran distribución y la hostelería también importan. Entre los tres, "tiran los precios al suelo" y arrinconan al producto local. "Ciolos pide un uso cauto del REA", recordó. "Y pide equilibrio", coincidió con Redondo.