El ultimátum planteado por el Gobierno regional a los trabajadores del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) ha sido respondido con una rotunda negativa por los representantes de los empleados, quienes, además, han presentado un preaviso de huelga indefinida en la empresa pública desde el 29 de noviembre.

La consejera de Empleo, Industria y Comercio del Ejecutivo autónomo, Francisca Luengo, envió una carta a la plantilla el pasado viernes en la que le daba tres días -a partir de ayer- para contestar a una propuesta que pretende cambiar el expediente de regulación de empleo (ERE) previsto en el ITC por bajadas de sueldos, renuncia a complementos salariales y adscripción de parte del personal a la Fundación Parque Científico-Tecnológico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

Los sindicatos han rechazado de inmediato las formas en que se ha formulado la propuesta, que califican de "inaceptable". Entienden que "se lanza como un ultimátum, con un plazo reducidísimo y sin posibilidad alguna de negociar sus términos".

Además, el comité intercentros -el órgano de representación sindical del Instituto en sus diferentes centros de trabajo- considera que el documento remitido por Luengo "tiene elevados niveles de indefinición, contempla errores de bulto y propone una segregación y supuesta subrogación que carece de cobertura legal alguna".

Los planes de la consejera no constituyen una solución "adecuada" al problema del ITC -que atraviesa por una delicada situación económica-, dado que la división de la empresa supone, a su juicio, su "desmantelamiento", en tanto que el ERE -que podría afectar a la mitad de la plantilla- hace la empresa pública "inviable técnicamente".

Por estas razones, los trabajadores instan al Gobierno canario a "negociar y valorar las propuestas que realiza la plantilla", encaminadas, asegura el comité intercentros, a "preservar la integridad de la empresa y a garantizar la función social que viene desempeñando desde hace 21 años".