La consejera de Empleo, Industria y Comercio, Francisca Luengo, exige al ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, que aclare exactamente qué ha pasado con la reforma energética que tanto ha pregonado hasta la saciedad y diga claramente cuáles son las consecuencias de las enmiendas del PP a su gestión al frente del departamento.
Luengo explica que “haciendo memoria, debemos recordar que desde agosto decía que la reforma energética era la panacea contra el déficit y que iba a repartirse el desfase entre lo que cuesta la energía y lo que pagamos por ella –el déficit de tarifa- en tres patas: consumidores, empresas eléctricas y Estado a través de los presupuestos. Ahora resulta que lo que iba a aportar el Estado ya no lo aporta, y por tanto, tendrá que explicar qué alternativas tiene para resolver el grave problema que se va a generar en España”.
La consejera entiende, tras leer las informaciones aparecidas en los medios de comunicación este fin de semana que “todo apunta a que la enmienda a Soria tiene un único damnificado: el consumidor y las empresas que van a pagar el peaje de una gestión inestable, sin rumbo y llena de inseguridades jurídicas”.
“El veto a Soria y a su gestión que le han impuesto el PP y el ministro de Hacienda solo va a encarecer la luz a los ciudadanos y a las empresas, y ya le adelanto lo que va a pasar: que no podrán pagarla en muchos casos”.
Entiende Luengo que “las empresas recortarán de otros lados y serán menos competitivas, y las familias, muchas de ellas, no podrán hacer frente a los recibos mensuales de la luz y se verán abocados a la oscuridad. Es incomprensible que justo en medio de la crisis más dura de la Historia de España decida Rajoy y el PP saldar la deuda del sistema energético a costa de los consumidores y empresas”.
Ante la previsión de una posible avalancha de recibos de luz impagados y los consecuentes cortes de luz, la consejera exige al ministro que “prepare una hoja de ruta clara para hacer frente a esta situación” y recuerda que “ya estamos en unas cantidades límites, la última subida del recibo de la luz fue en agosto, con un 3’4% más”.
Es una reforma energética que empezó mal, no contentaba a nadie y acaba peor. Ya dijimos que no entra a revisar el funcionamiento del mercado de producción de energía eléctrica, que es precisamente lo que de verdad supondría una reforma. Es decir, no analiza los costes reales, solo busca recaudar a través de los ingresos sobre los consumidores. Lo necesario es sustituir el coste reconocido por el coste real”.