El rector de la Universidad de La Laguna (ULL), Eduardo Doménech, optó ayer por mirar hacia el futuro en el discurso sobre el estado de la institución que pronunció ante el Claustro. Más que en los aspectos por mejorar, Doménech prefirió centrarse en los retos. Claro que estos suelen plantearse para superar las asignaturas pendientes, que inevitablemente afloraron en la intervención del máximo dirigente de la ULL.

Así, reconoció que el plan estratégico de investigación "se ha retrasado considerablemente" -más de cinco años-, pero adelantó que en el primer trimestre de 2014 se presentará el borrador y se iniciará la discusión del documento. El portavoz del grupo del profesorado Liga, Néstor Torres, recordó que en el primer debate sobre el estado de la ULL de Doménech -que accedió al cargo en 2007- ya se propuso esta iniciativa.

Otro de los compromisos del rector, el pacto por el rendimiento y el aprendizaje, también se concretará en 2014, sobre la base del informe sobre el rendimiento académico elaborado por un grupo de trabajo formado por tres vicerrectorados.

Lo que ya está en marcha es el proceso de reestructuración de centros y departamentos. El rector rechazó las críticas sobre falta de participación y defendió la mayor operatividad de una institución constituida por "nueve grandes centros, estructurados efectivamente, con capacidad de autonomía y cohesionados internamente".

En el capítulo de la financiación, Doménech reafirmó su intención de exigir de nuevo una ley autonómica que garantice recursos suficientes a las dos universidades públicas y reclamó recibir más fondos para infraestructuras que la Universidad de Las Palmas si esta asume parte del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC).

La mayoría de los grupos claustrales se mostraron críticos con la gestión del rector. De "nefasta" y "lamentable" calificaron PAS en Acción -el más representativo del personal de administración y servicios- y AMEC -mayoritario entre los alumnos- el estado de la ULL. El PAS lamentó su escasa participación en el proceso de reordenación de centros. Los estudiantes, por su parte, cargaron con fuerza contra la normativa que limitará la permanencia que, a su juicio, hará crecer el abandono.