Los centros públicos de la Comunidad Autónoma han ganado este curso cerca de 300 alumnos extranjeros en relación al anterior, un incremento que, aunque ligero, rompe la tendencia a la baja que caracterizaba a este colectivo de estudiantes en los últimos años.

Un total de 20.801 alumnos de origen foráneo cursa actualmente estudios en el sistema público canario, según las cifras de la Consejería de Educación, que permiten constatar una leve recuperación respecto al curso 2012-2013, cuando eran 20.508. La caída respecto al curso precedente había sido de 569 estudiantes, puesto que en el 2011-2012 eran 21.077 los matriculados.

Lo incierto de las tendencias demográficas, en gran parte dependientes de una economía todavía convaleciente por los efectos de la crisis, dificulta esclarecer los motivos de este pequeño repunte, aunque fuentes de la Administración educativa apuntan a la mejoría del turismo en las islas orientales, que habría vuelto a atraer mano de obra extranjera, en especial de origen marroquí y subsahariano.

"También es posible que se esté produciendo un trasvase de alumnos inmigrantes del sistema privado al público", afirma Juan Francisco Martín, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de La Laguna (ULL). En esta ocasión, los datos proporcionados por el Gobierno regional corresponden solo a la educación pública, por lo que resulta complicado comprobar tal impresión.

De lo que está seguro Martín es que la marcha de inmigrantes a sus países de origen o a otros puntos de Europa es un hecho desde hace años. "Es verdad que siguen entrando, pero el saldo migratorio ya es negativo", opina el docente e investigador universitario, muy crítico con las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), que considera que las llegadas superan a las salidas y seguirán haciéndolo durante los próximos diez años.

A juicio de Martín, las proyecciones del organismo estatal son "peligrosas" porque se basan en las tendencias actuales. "¿Y quién dice que las cosas continuarán siendo así en los próximos diez o quince años?", se pregunta. Previsiones como que la tasa bruta de natalidad se sitúe en un exiguo 7 por mil al final de la década -"es biológicamente imposible", dice- o que la esperanza de vida aumente dos años pese al "desmantelamiento del sistema sanitario" no convencen al geógrafo.

La posibilidad de que "el flujo migratorio no termine de bajar del todo" sí es contemplada por Juan Francisco Martín, quien advierte de que "nunca ha habido efecto llamada, pero sí efecto salida (de los países de origen de los inmigrantes), que es la pobreza, y este efecto continúa".

Canarias, por debajo de la media española

Los datos del Ministerio de Educación sobre el alumnado extranjero corresponden al curso pasado, y constatan que este colectivo seguía perdiendo peso respecto al volumen y total de estudiantes de Canarias. Si en el curso 2011-2012 representaban el 7,7% de la cifra global de matriculados, en el siguiente habían pasado al 7,1%, según el informe Datos y Cifras del Curso Escolar del Ministerio de Educación.

En ambos casos, la proporción se encontraba por debajo de la media nacional -del 9,1%-, una prueba más de que la percepción social de que en la región existe un amplio contingente de estudiantes inmigrantes no se ajusta a la realidad.

De hecho, Canarias se encuentra muy lejos de la comunidad autonóma que presenta las cifras más elevadas en este aspecto, La Rioja, donde más de un 15% del alumnado es de nacionalidad no española. Extremadura es la que menos estudiantes inmigrantes acoge, solo un 3,1% del total.

El Archipiélago es la comunidad donde los centros concertados tienen escolarizados a un menor porcentaje de los estudiantes extranjeros, solo un 4,4%, pero también la que registra una mayor proporción de alumnos foráneos en sus centros totalmente privados.

Por zona de procedencia, el colectivo más numeroso en las aulas de las Islas es el formado por alumnos americanos, seguidos por los que vienen de países de la Unión Europea.