Varios barrancos corrieron con mucha fuerza en Adeje y las playas situadas en sus desembocaduras resultaron seriamente dañadas por las escorrentías, como las de Fañabé y la de Torviscas, dos de las más concurridas de dicha zona turística. El mayor caudal de agua se registro en el Barranco del Infierno y en Barranco Seco, que vierten a una zona de callaos en El Veril. Otras playas dañadas fueron Ajabo y La Enramada. Además, volvieron a inundarse los dos túneles de Torviscas (en uno de los cuales quedó atrapado un coche) y el de Fañabé. En San Miguel hubo que cortar la carretera general del Sur (TF-28) entre El Roque y Valle San Lorenzo por desprendimientos graves. Puntualmente se cerró la vía entre Buzanada y Aldea Blanca, porque en este último núcleo se desbordó el barranco. En Guía hubo daños en la arena de Playa San Juan, se anegó la plaza del Llano de Alcalá, quedó inservible una pista en Aripe y se inundaron los colegios Teobaldo Power y La Cumbrita.