Paulino Rivero ha recibido la orden del Consejo Político Nacional de Coalición Canaria de acercarse al Estado. Bueno, al Gobierno de Madrid. Por eso estuvo en los actos del Día de la Constitución y me da que va a haber un acercamiento con el PP. Si Paulino quiere ser candidato, que quiere ser, tendrá que seguir los designios del Consejo Político de su partido, que no está muy por la labor de aceptarlo como tal, sino que podría proponer a Ana Oramas.

Los miembros más destacados de CC no van a permitir a Rivero que siga pegado como una lapa al PSOE. Él podrá tener simpatías con los socialistas, pero su partido, por el bien de Canarias, no podrá seguir pactando con un cadáver. Porque el PSOE está muerto. Y no digo yo que el PP esté demasiado vivo, pero sí más que el otro.

El panorama político nacional no puede ser más desolador. No hay mayorías y el Congreso, en las próximas elecciones, va a convertirse en una jaula de grillos. No digamos el Parlamento de Canarias, donde dicen que podría entrar Izquierda Unida. Es decir, los comunistas. Qué anacronismo, fruto de la crisis terrible del centro derecha y del centro izquierda. Precisamente por la indefinición ideológica, por la corrupción y por no ponerse de acuerdo en los grandes asuntos de Estado que saquen a la gente de la mala situación económica que padece.

Fue curioso ver a los comunistas defender la neutralidad petrolífera de Canarias, con Llamazares y la vieja Bardem como abanderados de nuestros intereses. Que ni chiquito disparate, que ni chiquito esperpento.

Coalición Canaria le ve las orejas al lobo. Y ha decidido dar un giro radical en su relación con el Estado. Soria tendrá que poner algo de su parte, o no meterse en medio. Porque lo que nos duele a nosotros es Canarias y no se puede permitir que nadie haga política partidista con los intereses de los canarios. Ni Coalición Canaria, ni el PP. Las islas tienen que recibir lo que se merecen y lo que es justo, hasta que se valgan por sí mismas, que ya va siendo hora, porque el proceso de independencia de las Islas Canarias es mucho más imparable que el de Cataluña. Aunque el sentimiento se encuentre solapado. Más pronto que tarde saldrá a la luz.