Los archivos, sonoros o escritos, suelen jugar malas pasadas. Y no porque cobren vida de forma repentina y se manifiesten sin control, sino porque suelen recordar asuntos que, en la actualidad, pueden poner a más de uno en un aprieto.

Un ejemplo de ello tiene que ver con uno de los temas más debatidos de los últimos años en las Islas y que más enfrentamiento político ha generado: los sondeos de Repsol. Y tiene como protagonista a la formación que, durante esta última etapa, más se ha opuesto a ellos, Coalición Canaria (CC).

Solo hay que darle para atrás un par de años al calendario para comprobar que en cuestión de petróleo, CC tiene la memoria contaminada.

Corría el año 2001. Gobernaba en España el PP de José María Aznar. CC lo apoyaba, aunque en Canarias populares y nacionalistas habían decidido poner fin al acuerdo que los unía desde principios de legislatura. Román Rodríguez y Paulino Rivero eran los hombres fuertes de CC. José Manuel Soria comenzaba a serlo en el bando conservador.

En febrero, el BOE publicó una resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas que hacía públicos nueve permisos de investigación y yacimientos de hidrocarburos cerca de las costas canarias. Los permisos de Repsol.

En ese contexto, con el PSOE en la oposición tanto en España como en Canarias, los socialistas de las Islas -principalmente de Lanzarote- quisieron poner tierra de por medio. Tras reunirse con un todavía desconocido para el gran público José Luis Rodríguez Zapatero en Madrid, fijaron su posición en contra del petróleo y trataron de que lo hicieran también CC y PP. No lo lograron.

En octubre de ese año, los socialistas llevaron a la Cámara regional una proposición no de ley en la que instaban al Ejecutivo regional -Román Rodríguez era el presidente- a dirigirse al Gobierno de la Nación con el fin de instarle a que adoptara las "medidas necesarias" encaminadas a evitar cualquier riesgo de contaminación por vertidos.

Entre esas medidas, añadía la PNL, informarse y analizar las condiciones técnicas y, en su caso, "impedir" las prospecciones previstas por la compañía Repsol cerca de Canarias. El PP no la apoyó, como era lógico, pero tampoco lo hizo Coalición.

¿Qué argumentaron? Según consta en la grabación de la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, en la que se debatió, los nacionalistas se alinearon con el PP y propusieron a los socialistas votar a favor de la primera parte de la PNL, pero no así de la segunda. Es decir, se mostraron en contra de instar al Estado a que impidiera los sondeos.

El argumento del diputado José Miguel Barragán, ahora portavoz parlamentario y secretario general de CC, no deja lugar a dudas. "Lo único que vemos mal de la propuesta del PSOE es la palabra impedir", llegó a decir Barragán. "No creo que sea un tema para rasgarse las vestiduras, porque al final se persigue lo mismo: conseguir acuerdos con el Estado", aseveró. Y eso que en el inicio de su intervención había asegurado que "coincidían" con los argumentos de los socialistas.

Pero añadió más. "Hay que recordar que la principal fuente de contaminación de nuestras costas no son, precisamente, las manchas petrolíferas, que sí que tienen un impacto, en un momento determinado, porque lo que se ve es el piche negro, y la inmensa mayoría de nuestras playas son de arena dorada", dijo el diputado.

Y fue aún más allá. "Los informes técnicos que tiene el ministerio, a través de la Dirección de la Marina Mercante, revelan que se han detectado pocas manchas enormes, es decir, un vertido completo que llegue a las costas de Lanzarote y Fuerteventura".

Y por hablar, lo hizo incluso de un plan. "El Gobierno de Canarias está trabajando en el plan de contingencia territorial con una específica zona para Canarias. Nos parece que esa es la línea de colaboración que hay que hacer. Ahora mismo nuestra competencia es en aguas interiores y los vertidos de petróleo se dan en aguas internacionales o de competencia del Estado".

De sobra es conocido lo que ha pasado desde entonces.