El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, ha rechazado este viernes que quiera "imponer" su modelo turístico a Gran Canaria, pero ha defendido una ordenación regional para lograr un desarrollo "productivo y competitivo" en toda Canarias. "Aquí cada uno no puede ir a su aire, y si gana Canarias, gana cada isla", ha explicado a Europa Press.

Alonso ha confirmado que tras el encuentro informal mantenido en Madrid con el presidente grancanario, José Miguel Bravo de Laguna, se volverán a reunir el 11 de febrero para analizar las diferencias turísticas entre ambas islas, pero tiene "claro" que hay que apostar por la rehabilitación para poner en el mercado camas "obsoletas" y aumentar el empleo.

"Además, por rehabilitar, obtienes más camas, y si queremos suelo nuevo, debemos generar más empleo, y la inversión para un hotel de 4 estrellas es casi similar a uno de cinco. Lo relevante es el servicio y el número de empleados, que aumenta, por lo que es razonable hacerlo así con la tasa de paro que tenemos", ha indicado.

En todo caso, Alonso ha dicho que hay una "ley canaria" en vigor, y no entiende las críticas del diputado regional de Nueva Canarias, Román Rodríguez, que impulsó la primera moratoria cuando ocupó la presidencia del Gobierno de Canarias entre 1999 y 2003.

"El problema de la rehabilitación y el empleo es general para toda Canarias, y si Gran Canaria se retrasó, será culpa de Román, que paró la construcción implantando el crecimiento cero", ha indicado. El presidente tinerfeño ha reconocido que puede haber "circunstancias particulares", como el caso de La Palma, pero en las islas turísticas como Tenerife y las de la provincia oriental, "debe haber una cierta articulación".