El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, ha insistido hoy en preservar las aguas marinas de Lanzarote y Fuerteventura de cualquier elemento peligroso como la extracción de petróleo porque podría causar una "situación catastrófica" en ambas islas, donde el agua de abasto es desalada.

Ese hecho demuestra la importancia de cuidar el mar, "porque es el recurso que nos da el agua", ha declarado Rivero, opuesto a las prospecciones petrolíferas autorizadas a Repsol en fondos submarinos próximos a Canarias, durante una visita a las obras de montaje de la nueva planta desalinizadora "Lanzarote V".

Una instalación en cuya construcción en el municipio de Teguise el Ejecutivo Autónomo ha invertido 7 millones de euros y que entrará en funcionamiento el próximo mes de marzo.

El presidente del Gobierno, acompañado por el del Cabildo de Lanzarote, Pedro Sanginés, ha recorrido las instalaciones de la planta, que comenzará a operar con una producción diaria de 18.000 metros cúbicos de agua desalada que elevará el volumen de la generada en toda la isla hasta los 80.000 metros cúbicos diarios.

Y ha destacado que ha sido dotada de la última tecnología, lo que permitirá un ahorro de energía del 30 % respecto al gasto que originan las otras tres plantas ya existentes en la isla, más antiguas.

Rivero ha recalcado, así mismo, que la entrada en servicio de la nueva planta permitirá realizar las necesarias paradas técnicas para mantenimiento y reparación de las otras desalinizadoras más viejas.

Tres plantas que hasta ahora vienen trabajando incluso por encima de sus posibilidades para garantizar el abastecimiento de agua en la isla, donde existe una situación declarada de emergencia hídrica que se prevé desactivar en cuanto entre en funcionamiento la nueva.

El presidente del Gobierno de Canarias ha aprovechado también su estancia hoy en Lanzarote para visitar unas obras que se llevan a cabo en el Auditorio de Los Jameos del Agua, en el municipio de Haría, al norte de la isla.