Es un debate cíclico, que suele surgir en épocas preelectorales. Por eso genera tanta desconfianza en la sociedad, que ve cómo la reforma del peculiar sistema electoral canario va y viene según interese a quien gobierna o a quien está en la oposición.

En las últimas semanas, y al albur de la también socorrida -que no por ello deja de ser importante- reforma del Estatuto de Autonomía, han surgido nuevas propuesta para cambiar el, para algunos, sistema más injusto de Europa.

Todas ellas, tres, se suman a la que, desde hace algunos años, viene defendiendo con ahínco el analista electoral Pedro Lasso. La primera de estas últimas la propusieron Coalición Canaria (CC) y PSOE y consiste, básicamente, en rebajar los actuales topes del 30% al 15% insular, y del 6% al 3% regional. Sería esta una propuesta transitoria hasta tanto se apruebe la Ley electoral prevista en el texto estatutario propuesto por el Gobierno canario y que ahora se debatirá y perfilará, con la oposición del PP -y tal vez de Nueva Canarias-, en el Parlamento regional.

¿Cuál fue la siguiente? La de Nueva Canarias. El partido que lidera Román Rodríguez, al que ahora se le critica por haberse opuesto en su momento -cuando formaba parte de CC- a apoyar cambios en el actual sistema, también ha hecho su aportación.

Su propuesta consiste, en esencia, en establecer un único tope insular del 5%, eliminando, por tanto, las barreras regionales.

¿Y la tercera? La ha defendido Izquierda Unida Canaria (IUC), formación que, por otra parte, siempre ha batallado en contra de los actuales topes. La formación de izquierdas propone también suprimir la barrera regional y rebajar del 30% actual al 3% el tope insular.

A ello, IUC añade un incremento de diputados, que elevaría de 60 a 69, y que se asignarían a aquellas islas que han incrementado su población en los últimos años. La distribución sería: tres para Tenerife, otros tres para Gran Canaria, dos para Lanzarote y uno para Fuerteventura.

Pero IUC introduce un aspecto más, que tiene que ver con la fórmula de asignación de escaños actual, esto es, la Ley D''Hont. La formación propone sustituir este sistema, que prima el cociente mayor por el sistema Hare (resto mayor) o el de Sainte Langüe (media mayor).

¿Y qué defiende Pedro Lasso? Casi todas las propuestas anteriores toman algo de la elaborada por el analista electoral, que, por un lado, propone incrementar a 70 el número de parlamentarios -cifra tope que establece el Estatuto- y, por otro, una única barrera insular del 5%.

En cuanto al primer aspecto, Lasso lo justifica por el incremento de población que ha experimentado el Archipiélago en los últimos años. Y su distribución sería así: 21 diputados representando a Canarias como territorio, y otros 49 elegidos en proporción al número de habitantes que en cada elección tenga cada una de las islas.

Respecto al segundo cambio, defiende que esta rebaja y este único tope facilitarían la entrada de más partidos al Parlamento.

Y sin entrar en cuál es la mejor, lo cierto es que ideas hay para elegir. Otra cosa es la voluntad para consensuar una. Y eso parece escasear. Hasta el momento, nunca ha habido acuerdo entre los distintos partidos que forman parte de la Cámara regional, y todo hace presagiar que tampoco lo habrá esta vez, porque no ha sido el consenso una característica que defina al actual Parlamento canario.