Los Mossos d''Esquadra, junto a la Guardia Civil de Cádiz, han detenido a once personas y han desmantelado una banda criminal que asaltaba a traficantes de droga, con conexiones en Lanzarote, informa hoy la policía catalana.

Los Mossos detuvieron, a finales del mes de diciembre de 2013, a siete personas de entre 23 y 45 años, de nacionalidad española y marroquí y vecinos de Martorell y Esparreguera (Barcelona), como presuntas autoras de los delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas.

El origen de la investigación se inició en un tiroteo ocurrido en Pallejà (Barcelona) el pasado septiembre de 2013 cuando, a la luz del día, el ocupante de un vehículo disparó a otro turismo después de una discusión causada por una transacción de droga, en un polígono industrial de la localidad.

Fruto de este disparo, se inició una persecución entre los dos turismos hasta llegar a la autovía A-2.

Por ello, los Mossos iniciaron una investigación para identificar a los ocupantes de los dos vehículos.

Uno de los implicados en el tiroteo llevó el coche a un taller con varios daños, ocasionados tras múltiples choques con el mobiliario urbano, y a partir de ahí los policías pudieron identificar a uno de los ocupantes, un vecino de Martorell con un alto nivel de vida pese a no tener ninguna ocupación conocida.

En una fase más adelantada de la investigación, los agentes constataron que esta persona era el jefe de un grupo criminal que se dedicaba a asaltar a traficantes en el momento de realizar la transacción para robarles la droga y venderla con posterioridad.

Se trataba de un grupo muy bien organizado, que empleaba la violencia, con las tareas muy delimitadas y que utilizaba armas de fuego para realizar los asaltos.

Además, cultivaban marihuana a gran escala e, incluso, uno de los miembros del grupo regentaba una asociación cannábica en Martorell.

A finales de diciembre, los Mossos finalizaron la primera fase de la investigación, tutelada por el juzgado número 5 de Sant Feliu de Llobregat, con seis entradas y registros en domicilios y locales de Martorell y Esparreguera, que culminaron con la detención de siete personas.

En los registros, los agentes recuperaron más de 14.000 euros, una gran cantidad de munición para armas de fuego, un chaleco antibalas, unas esposas, una pistola eléctrica, un gran número de armas blancas, 26 teléfonos móviles, cinco ordenadores portátiles, 150 plantas de marihuana, 3,6 kilos de marihuana, 3 kilos de hachís, 84 gramos de cocaína y doce gramos de ketamina -el valor de la droga intervenida asciende a más de 42.000 euros, según los Mossos-.

Tras declarar en sede judicial, el juez decretó el ingreso a prisión de los siete detenidos.

En una segunda fase de la investigación, la Guardia Civil de Arrecife (Lanzarote) facilitó a los Mossos una información relevante que permitió abrir una nueva línea de investigación para identificar a las víctimas del tiroteo que, además, también eran autores de un delito de tráfico de drogas.

Dos de estas cuatro víctimas eran miembros del grupo criminal puesto que uno de ellos hacía de intermediario entre compradores y vendedores y el otro era un hombre encubierto de la banda que viajaba con los vendedores.

La magistrada que dirigió la investigación ordenó al Equipo Judicial de la Guardia Civil de Chiclana de la Frontera (Cádiz) que efectuara las comprobaciones necesarias para identificar plenamente a estas cuatro personas, puesto que todas ellas residían en el mismo municipio.

Con las personas identificadas, agentes de los Mossos en comisión judicial en Cádiz participaron en el operativo de la Guardia Civil, que comportó la detención de los cuatro individuos.

Todos ellos fueron trasladados a Sant Feliu de Llobregat, donde, tras declarar ante la magistrada, ingresaron en prisión.