La consejería de Sanidad, a propuesta de la Dirección General de Salud Pública, ha aprobado una modificación del calendario vacunal infantil de Canarias modificando la pauta de vacunación frente a la Enfermedad Meningocócica por Serogrupo C, informa en una nota el Ejecutivo regional.

La Orden de 21 de febrero de la consejería de Sanidad, publicada en el BOC nº 41, modifica el calendario vacunal sistémico infantil de Canarias variando la edad en la que se administra la vacuna frente al meningococo C. En el calendario anterior se administraban tres dosis a los 2,4 y 18 meses de edad. Tras el cambio recientemente aprobado, las dosis se administrarán a los 4 meses, 12 meses y 12 años.

La modificación en el comportamiento epidemiológico de algunas enfermedades frente a las cuales en la actualidad se aplican vacunas ha determinado la necesidad de cambiar el Calendario Vacunal infantil vigente en nuestra Comunidad Autónoma. La evidencia disponible muestra que la persistencia de anticuerpos y la inmunidad comunitaria son la clave para el control de la enfermedad meningocócica a largo plazo.

En España, la introducción de las vacunas conjugadas frente a meningococo C ha tenido un impacto paulatino en el descenso de la incidencia de enfermedad invasora por este microorganismo, pero la instauración de una inmunidad comunitaria es difícil de constatar con la información disponible.

Con la finalidad de mantener la inmunidad generada en la infancia, se recomienda el cambio de pauta de vacunación actual, de dos dosis en los 6 primeros meses de vida y una dosis en el primer año de vida, a una pauta de una dosis a los 4 meses, una dosis a los 12 meses y una dosis a los 12 años de edad.

Tras la vacunación con MenCC, la gran mayoría de la población presenta anticuerpos protectores, pero el título de anticuerpos va decreciendo a lo largo del tiempo. La velocidad de descenso de anticuerpos depende de la edad de vacunación, siendo más rápida en los vacunados en el primer año de vida.

La aplicación de una dosis en el segundo año de vida no asegura la persistencia a largo
plazo de un título protector de anticuerpos. La mejor respuesta a la vacunación y la mayor persistencia de los anticuerpos en pre-adolescentes y adolescentes, tanto en vacunación primaria (catch-up) como de refuerzo, sugiere la conveniencia de aplicar una dosis de recuerdo en esas edades.

A pesar del importante impacto de la vacunación en la epidemiología de la enfermedad, la evidencia proporcionada por estudios de seroprevalencia y de la inmunidad comunitaria desarrollada ha llevado a la recomendación de administrar una dosis de recuerdo en la adolescencia, independientemente de la estrategia utilizada en la infancia.