La Universidad de La Laguna (ULL), la más envejecida del país, sigue perdiendo profesorado año tras año sin posibilidad de reponerlo. Las restricciones que el Gobierno central ha puesto a las ofertas de empleo público dejan las convocatorias de plazas de las instituciones académicas en niveles casi simbólicos.

La ULL solo podrá convocar cuatro plazas de personal docente e investigador en 2014, y eso que, en esta ocasión, ha podido incluir puestos de doctores contratados y no solo de profesores titulares. El Consejo de Gobierno universitario abordó ayer la oferta de empleo público para este año, que constará de dos plazas para titulares y dos para contratados doctores y se convocará en cuanto el Gobierno de Canarias dé su visto bueno, informó el vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, Juan Felipe Pérez Francés.

El Ejecutivo central solo permite cubrir un 10% de la tasa de reposición -las jubilaciones que se producen al final del curso-, lo que, en principio, hubiera posibilitado la convocatoria de siete plazas, ya que en 2013 se produjeron más de setenta retiros de docentes. Sin embargo, el Estado no incluye las bajas de los profesores asociados y temporales. "Según las matemáticas del Ministerio, el 10% de setenta son cuatro", ironizó Pérez Francés.

"Esto hace que el panorama sea cada vez más sombrío para todas las universidades", se lamentó el vicerrector de Profesorado, que puso como ejemplo que, el año pasado, la de Extremadura solo pudo sacar tres plazas.

Las dos plazas de contratados doctores se convocan de nuevo después de que, en 2012, el Ministerio de Hacienda obligara a la institución a anular la convocatoria bajo la amenaza de interponer un recurso contencioso administrativo si no lo hacía.

Los datos del Ministerio de Educación confirman que la ULL es la universidad cuyo personal docente e investigador tiene una media de edad más elevada, 51 años. A tenor de las cifras oficiales, dos de cada diez profesores tienen sesenta o más años.

Las limitaciones impuestas por el Estado suponen, advirtió Pérez Francés, que este problema se agudice. "Si no cambia la normativa, en cinco años la situación puede ser muy complicada", pronosticó.

Aunque las jubilaciones afectan a todas las áreas, son las que ya presentan escasez de plantilla las que sufren con mayor rigor el problema. Según Pérez Francés, "en todas las titulaciones hay áreas que están bien en este aspecto y otras que están mal". Algunas de las más afectadas se encuentran en Educación, Psicología, Derecho o Náutica.

Al margen de las dificultades con las ofertas de empleo público, la Universidad de La Laguna ha continuado contratando docentes, en régimen de asociados y ayudantes, para aliviar los departamentos en las que la falta de personal es más acuciante. En 2014, apunta Pérez Francés, se optará por "intensificar" las contrataciones de ayudantes. Las áreas donde se producirán estas incorporaciones están aún por definir. Los departamentos expresarán sus necesidades y el Vicerrectorado elaborará un estudio antes de adoptar su decisión.

El Consejo de Gobierno de la ULL aprobó ayer una declaración institucional en la que rechaza la "mala gestión" de las becas que, a su juicio, están realizando los gobiernos central y canario y que es la causa de que "a día de hoy muchos universitarios todavía no hayan percibido la ayuda económica que les corresponde".

"Se vienen observando incomprensibles demoras en la resolución de las convocatorias de ambas administraciones. Las organizaciones representativas del estudiantado han denunciado, con toda justicia, esta situación, contando con el apoyo del resto de la comunidad universitaria", advierte la ULL.

Las becas del Ministerio de Educación llegan "bien entrado el segundo cuatrimestre"; las de la Consejería, es probable que lo hagan finalizado el curso. "Esta situación es especialmente grave, por ejemplo, en las cuantías ligadas a los umbrales de renta, es decir, en el componente variable de la beca", sostiene la Universidad en su declaración.

Según la ULL, "no es de recibo que, una vez resueltas las solicitudes, los beneficiarios ignoren cuándo recibirán las ayudas. Además, el carácter subsidiario de las becas autonómicas respecto de las estatales "agrava el problema", porque la administración canaria espera a la resolución de las becas del Ministerio, pues ambas son incompatibles.