El Gobierno de Canarias ha recibido el mandato del Parlamento para que evite el "desperdicio" de comida en los centros educativos. La iniciativa de los padres y madres de un centro educativo de Fuerteventura, el CEO Puerto Cabras, ha sido asumida por el diputado Nicolás Gutiérrez (del grupo nacionalista), que la ha convertido en una proposición no de ley que ayer fue aprobada, por unanimidad, por la Cámara.
La PNL busca que los productos y alimentos que no se consuman en los comedores escolares, y que cuenten con las debidas garantías sanitarias, sean destinados a las familias de los alumnos que lo necesiten o se distribuyan a través de los servicios sociales municipales y las organizaciones no gubernamentales (ONG).
La ejecución de la proposición no de ley exige cambiar la normativa actual, que prohíbe que los alimentos de los comedores sean consumidos o distribuidos fuera de los colegios.
"Diariamente nos encontramos con que crecen los casos de alumnos mal alimentados por falta de recursos familiares y, sin embargo, vemos cómo se tiran a la basura muchas comidas que no han sido aprovechadas en el comedor escolar", relatan los padres del centro majorero en su comunicación a Gutiérrez.
Aunque la proposición del grupo nacionalista canario fue respaldada por todas las formaciones políticas presentes en la Comisión parlamentaria de Educación, algunos portavoces quisieron aportar sus matizaciones.
Así, según el socialista Emilio Mayoral la iniciativa debe enmarcarse en la "lucha contra el despilfarro de comida" y no ha de mezclarse con las propias actividades de la Consejería de Educación en este ámbito, como el acceso gratuito a los comedores de estudiantes de escasos recursos económicos, la apertura de estas instalaciones en verano y los desayunos gratuitos durante el curso.
La diputada del PP Maribel Oñate aplaudió la medida, pidió extenderla a todos los centros educativos y no solo a los que disponen de comedores de gestión directa -una minoría frente a los de gestión contratada- y recomendó actuar con "mucha sensibilidad y discreción".
Por parte del grupo mixto, Carmen Hernández (Nueva Canarias), lamentó que la iniciativa refleje "el fracaso de las políticas sociales" en el Archipiélago, la definió como "un mal menor" y solicitó destinar más recursos a las familias en dificultades económicas.
La ausencia del padre eleva el abandonoMás de 3.500 alumnos, 2.500 familias y 550 docentes de 57 centros han participado en un amplio estudio sobre los factores que influyen en el riesgo de abandono escolar en las Islas. Este análisis, realizado por especialistas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), conformará la base científica de las medidas que adoptará la Consejería de Educación para combatir este problema, en el que Canarias presenta uno de los peores índices del país.
De hecho, las medidas ya se están tomando, afirmó ayer el consejero José Miguel Pérez en comisión parlamentaria, ante la que expuso algunos datos del estudio. Así, destacó que el riesgo de abandono se reduce cuando la madre del alumno trabaja y tiene un alto nivel de ingresos, aunque en el caso de los padres ocurre justamente al contrario. "Resta tiempo a la supervisión de las tareas. La presencia paterna es muy importante", recalcó Pérez.
Primero de la ESO es el curso donde se registra un mayor riesgo de dejar tempranamente los estudios. La repetición de curso, que genera "rechazo al aprendizaje y a los compañeros", es otro factor que acerca al abandono, según el estudio.
Entre los menores que viven en las áreas metropolitanas de Tenerife y Gran Canaria se produce una mayor incidencia de este fenómeno, que también es más habitual entre los chicos que entre las chicas.
las claves
La instrucción que regula el funcionamiento de los comedores escolares impide que los alimentos se consuman o distribuyan fuera de los centros. La PNL aprobada ayer insta a modificarla. La iniciativa parte de una asociación de padres de Fuerteventura que lamenta que "se tiran a la basura muchas comidas" pese a que "crecen los casos de alumnos mal alimentados".