C. Acosta (@cmacostah), Tenerife

La inversión inmobiliaria, por increíble que pueda parecer, todavía tiene defensores, y no cualquier defensor. El director territorial de Renta 4 en Canarias, Francisco Torres, experto en materia de ahorro e inversiones, recomienda no excluir la compra de propiedades a familias y empresas, a quienes advierte contra la idea extendida de apostar por los denominados activos refugio, esos a los que se suele acudir en situaciones de crisis porque tienden a conservar su valor. "No los hay", asevera.

Torres explica que lo "ideal" al desarrollar una cartera de inversión es componerla con una dieta equilibrada que incluya también los inmuebles. "Ya hemos visto que no siempre suben de precio, pero ahora con la crisis surgen oportunidades", apunta. En todo caso, lo importante en el caso de familias y pymes es hacerlo en función de su propio perfil. "Hay que respetar el umbral del sueño, poder dormir tranquilos con nuestras decisiones financieras", recomienda.

Eso sí, en el caso de los inmuebles, y a diferencia de lo que pasaba años atrás, la rentabilidad ha cobrado un papel fundamental en la decisión de compra. "Ahora se mira cuánto puede producir el activo", el rendimiento que puede dar a través de sus alquileres más allá de la apuesta en su adquisición a largo plazo. "Se compra con la idea de que algún día valdrá más y se ganará la diferencia, pero ahora vemos que no siempre es así", advierte.

A diferencia de las propiedades (y otras opciones como la renta fija o variable), encuentra que los depósitos son poco atractivos desde el punto de vista económico y que, además, tampoco son todo lo seguro que se puede pensar. Están garantizados por ley y gozan de una situación legal mejor que las opciones de inversión, admite, "pero si deja de pagar un país, ¿cómo se va a pensar que los bancos sí lo harán?", se pregunta antes de sugerir instrumentos de renta fija o variable como alternativas.

Sea cual sea la opción de inversión elegida, hay que tener en cuenta que "ya no hay activos refugio", lo que significa que hay que elegir "con sentido común" en qué se pone el dinero. Lo que sí es cierto, explica Torres mediante un juego de palabras, es que el refugio es el precio de los activos. "Hay que comprar siempre a un precio que dé tranquilidad", recomienda, al que uno se sienta "seguro" y siempre pensando en el largo plazo. "A corto plazo solo compran los especuladores, los ahorradores piensan en el largo plazo", aclara.

En cuanto a la posibilidad de que esté en curso una burbuja en la bolsa que pudiera estallar en poco tiempo, señala que en el caso del Ibex, por ejemplo, todavía está al 50% del nivel que llegó a tener antes del inicio de la crisis financiera. "Es verdad que en las bolsas hay valores que parecen caros que no se deberían comprar, pero luego la realidad es que algunos suben aún más el precio", indica. Y como ya había señalado, insiste en recomendar en "comprar pensando en el largo plazo y de forma que la inversión dé tranquilidad".

En Detalle con Carlos Acosta