El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, manifestó ayer la necesidad de que el Gobierno del Estado ponga un tope a las tarifas de las compañías aéreas en los vuelos que conecten la Península con el Archipiélago. En un encuentro con empresarios del Sur de Tenerife, Rivero señaló que resulta incomprensible que un peninsular para viajar a Canarias o un canario para desplazarse a la Península deba pagar 700 u 800 euros por un billete. Desde su punto de vista, con esta situación lo único que se conseguirá es que, por ejemplo, ningún turista quiera venir a Canarias o que ningún canario pueda viajar a la Península. El presidente del Ejecutivo canario está convencido de que en este caso se puede declarar "servicio público" y regular los precios, con el fin de evitar abusos y evitar que se estrangule a uno de los principales mercados turísticos de las islas. Afirma que si un billete cuesta 700 u 800 euros ningún peninsular querrá venir al Archipiélago Una vez más, el presidente regional citó una de las palabras de moda en los últimos años: "conectividad", y señaló que tenemos que intentar que vengan turistas "hasta en bicicleta". En su intervención, Rivero explicó que en los últimos años, tras la baja ocupación turística detectada en 2009, el Gobierno regional ha apostado por diversificar la promoción en mercados emisores alternativos a los tres más importantes hasta ahora (británico, alemán y peninsular), por lo que se apostó por Francia, los países nórdicos y el Este de Europa, especialmente Rusia. Además, Rivero señaló que la bonificación de tasas a las empresas aéreas de bajo coste (low cost) en 2010, así como la ampliación de dicha medida a todas las compañías, supuso un impulso para la llegada de turistas.