Uno de los dos botes a la deriva que escolares de EEUU y España lanzaron en febrero al Atlántico en Canarias para comprobar si el viento y las corrientes los llevaban por la ruta que siguió Colón está a punto de llegar América, pero no a la tierra que pisó el Almirante, sino a Brasil.

El bote "Glenna", construido por escolares del colegio Riley Day de Rockport (Maine, EEUU), partió desde la costa de Mogán, al sur de Gran Canaria, el pasado 24 de febrero y ya se encuentra a unas 160 kilómetros del delta del Parnaíba, muy cerca de la ciudad Camocim, ha informado la responsable del proyectos "Botes Educativos" del consorcio Plataforma Oceánica (Plocan), Daura Vega,

"Desconocemos aún en la zona a la que arribará la pequeña embarcación, porque depende de las corrientes y el viento, pero estamos convencidos de que alcanzará la reserva natural del delta o llegará cerca de las poblaciones de la zona", ha destacado Vega.

El paradero del segundo barco a vela a la deriva botado por los escolares de Maine con la colaboración de estudiantes de Gran Canaria junto con el "Glenna", el "SS Eagle", se desconoce, ya que su localizador vía satélite (GPS) dejó de emitir señales al poco de abandonar las aguas del archipiélago canario, ha precisado.

Este trabajo escolar forma parte del programa "Educational passages", que busca acercar la ciencia a los jóvenes y que este año ha llegado por primera vez a Europa, donde ha contado con la colaboración de alumnos de los institutos del Doctoral y La Rocha y el colegio María Auxiliadora de Telde (Gran Canaria).

Con anterioridad a su experiencia en Canarias, todos los lanzamientos -unos 40- se realizaron desde la costa este de los Estados Unidos, y algunos de ellos arribaron a Gran Bretaña y Francia y otros, los que tomaron rumbo sur, a Panamá.

Daura Vega está sorprendida por la rapidez con la que se ha desplazado el "Glenna" -un pequeño bote de 1,20 metros de eslora-, ya que se esperaba que tardara de tres a cuatro meses en cruzar el Atlántico, por lo que ha calificado de "éxito" este experimento científico, que ayuda a comprobar de qué manera varían las corrientes superficiales del océano Atlántico.

Los escolares norteamericanos constructores del bote pusieron en su interior mensajes y diferentes regalos para la persona que lo encuentre, como si de una botella se tratase, y los alumnos grancanarios añadieron nuevos comentarios y detalles como gofio o las tradicionales pintaderas guanches.