El PSOE canario está dispuesto a buscar "soluciones coyunturales" para el bloqueo del Consejo de Administración de Radiotelevisión Canaria (RTVC) hasta que se apruebe la reforma del ente público, afirmó ayer Francisco Hernández Spínola, consejero de Presidencia del Ejecutivo regional y diputado socialista, quien, sin embargo, precisó, en declaraciones a Radio El Día, que "la solución urgente pasa por un cambio radical con un nuevo modelo y una nueva ley", la que impulsan los socios de gobierno.

El Consejo de RTVC ha dejado de ejercer sus funciones después de que los consejeros del Partido Popular y Nueva Canarias rechazaran celebrar la última sesión por la incertidumbre que ha generado una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), que, tras una demanda interpuesta por el sindicato CSI-F, ha puesto en duda la legalidad de los acuerdos adoptados por el órgano colegiado.

Dichas decisiones exigían mayoría absoluta, pero está se calculó sobre la base del número actual de miembros del Consejo (siete) y no sobre su número "legal" (nueve). Ha sido, precisamente, la ausencia de los consejeros socialistas, que llevan tres años sin asistir a las sesiones, la que ha propiciado que el órgano pierda su composición original y, por lo tanto, la que en última instancia ha provocado que los acuerdos hayan sido puestos en tela de juicio.

El consejero de Nueva Canarias, Miguel Guerra, acusó ayer al PSOE de "lavarse las manos como Pilatos" en este asunto. "Tres años sin recurrir al Consejo de Administración y todavía esperan que se resuelva con celeridad", dijo.

Dado que el alcance de la sentencia no estaba claro, el director general de RTVC, Guillermo García, solicitó un informe jurídico que, pese a discrepar de los argumentos del tribunal, expresaba la conveniencia de "mantener un criterio de prudencia" y, por lo tanto, de fijar la mayoría absoluta en cinco votos, y no en cuatro, como ocurrió con los acuerdos ahora cuestionados, entre ellos los planes de actividades del ente para los años 2012 y 2013.

El informe rechaza también que los consejeros puedan delegar su voto en el director -que es miembro del Consejo, pero no vocal-, como hicieron dos representantes de CC cuando se decidía si sumarse a la reprobación del Parlamento al propio García.