Un inspector y negociador experto de la Policía Nacional, miembro de la red nacional de Negociadores Policiales titulados, consiguió, después de cuatro horas de conversación, que el hombre que se atrincheró en el rellano de una escalera en una vivienda de la calle Fernando Primo de Rivera, en el barrio de Salamanca de Santa Cruz, durante la noche del pasado domingo depusiera su actitud y le entregara en mano la catana con la que había amenazado a algunos de sus familiares y agentes de seguridad.

El hombre, que tuvo en vilo a las fuerzas de seguridad desde las 22:00 horas del domingo hasta las dos de la madrugada de ayer, sufre esquizofrenia paranoide, según fuentes policiales.

Durante la noche del pasado sábado tuvo una discusión familiar que se recrudeció el domingo.

Hasta el lugar acudieron agentes de la Policía Local de Santa Cruz, patrullas del Cuerpo Nacional de Policía y miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP).

Sin embargo, las técnicas utilizadas por el negociador experto evitaron finalmente que el mencionado grupo operativo tuviera que actuar para reducir por la fuerza al hombre que portaba la catana.

El enfermo mental estaba dispuesto a autolesionarse y llegó a amagar con atacar a un agente de la Policía Local, que se vio obligado a realizar un disparo al aire para evitar sufrir una agresión y después pudo salir de la escalera.

El atrincherado estaba bloqueado por la parte inferior y por la superior. El coordinador de la Policía Nacional activó el protocolo para este tipo de situaciones críticas y se avisó al inspector experto en negociaciones.

Después de varias horas de conversación, el negociador consiguió que el paciente psiquiátrico rebajara su tensión y hablara por teléfono con una persona de su confianza, que corroboró los planteamientos que le hizo el negociador.

En ese momento, a las 2:15 horas de ayer, el atrincherado, un hombre de 61 años, depuso su actitud violenta y le entregó la espada japonesa al veterano inspector de policía que dialogó con él mientras el edificio del número 85 de la citada vía santacrucera estaba completamente rodeado de agentes de las fuerzas de seguridad.

Finalmente, el hombre de 61 años fue ingresado en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria.