El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Schwartz, rechaza de plano el planteamiento de quienes abogan por reducir el precio de las medicinas y aboga, en cambio, por hacer sostenible el sistema sanitario. "Si se logra, no haría falta proponer ese tipo de cosas ni recortar los servicios".

Schwartz alega que el precio de los medicamentos en España ya debe ser, por ley, el más bajo de Europa. "Pero España no tiene la última economía europea, sino la quinta", explica, por lo que los costes de mantenimiento de las oficinas de farmacia "son acordes con la economía que tenemos, que no es la última de la UE".

Defiende que hay recursos "suficientes" para afrontar este gasto y también para buscar fórmulas que permitan ahorrar en la aplicación de los medicamentos. La idea es que se pueden hacer menos recortes al sistema si se aumenta la eficiencia en aspectos como el consumo de las medicinas, para lo que su organización propone la atención en su propia casa de los pacientes crónicos que tengan reducida la movilidad.

De esa manera, explica, no sería necesario que ocupen una cama hospitalaria, pero que sería un profesional quien vigile el correcto suministro de los medicamentos.

"Hay margen para ser más eficiente en el consumo de los medicamentos en el caso de esos pacientes si se controla desde la oficina de farmacia sin intermediarios", afirma Schwartz. Por "intermediarios" entiende cuidadores, padres y otros familiares. "Podría hacerlo un profesional", apunta en alusión a los farmacéuticos. "Se produciría un ahorro", asevera.

Aboga por estudiar, al menos, su eventual aplicación, si bien admite de que ahora no está claro si se puede llevar a la práctica debido a sus costes, o si habría que cobrar en función de la situación de cada paciente.

Acerca de los costes de los medicamentos, Schartz aclara que de implantarse la venta por internet desde las propias farmacias no tendría por qué abaratarse de forma necesaria los precios. "Se trata de otro contexto en el que se buscan muchas cosas", asegura. "Muchos buscan la inmediatez, comprar justo en ese momento, o evitar desplazarse para conseguirla", explica. De hecho, no descarta que los precios en este tipo de venta pudieran ser más altos.

"Los canarios tenemos comprobado que el ahorro en el precio a través de internet se lo come el coste del transporte en muchas ocasiones", razona.

En todo caso, aboga por que este tipo de comercio sea regulado en igualdad de condiciones que la venta en las oficinas de farmacia. "No es razonable que una farmacia deba tener un profesional para vender y que la Inspección puede comprobar en cualquier momento lo que ocurre para proteger al usuario, lo que siempre está bien, mientras internet es una especie de coto libre: debería estar controlado".