En un contexto de inestabilidad política y guerras, la Guardia Civil nació hace 170 años para imponer el "imperio del orden y la ley" en España, una labor que en estos años ha realizado con paciencia, determinación y perseverancia.

Este trabajo de velar por la seguridad de los ciudadanos españoles fue celebrado ayer con motivo del aniversario del cuerpo de seguridad del Estado en la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife.

El acto contó con la presencia de numerosas autoridades civiles y militares, entre ellos la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Vento, y el alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, así como el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez.

El general jefe de la Zona de Canarias, Juan Sánchez Medina, recordó el nacimiento de la Benemérita y a la figura del mariscal de Campo, Francisco Javier Girón y Ezpeleta las Casas y Enrile, quien creó el cuerpo. Pero la Guardia Civil no llegó a Canarias "hasta 1898, 54 años después de su creación, bajo el mando del comandante Francisco Fenech y Cordonie", señaló el general jefe, quien destacó que "sus continuos auxilios a la población hicieron que se ganara el apelativo de Benemérita", siendo en la actualidad la "institución más valorada del Estado".

Los cambios que el cuerpo de seguridad ha tenido con los años y, sobre todo, palabras de agradecimiento al esfuerzo, entrega y sacrificio de todas las personas que han formado parte de la Guardia Civil, y lo siguen haciendo, "por amor a la bandera", completaron el discurso de Sánchez Medina.

El acto también incluyó el reconocimiento, con la Cruz al Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco, al coronel Pedro Izquierdo Sánchez; comandante Rafael Carballo; teniente Yamal Slim Lahabibi Mohamed; subteniente Jesús Monzón; cabo 1º Miguel Ángel Pérez; cabo José Antonio Díaz y los guardias civiles Juan Francisco Ramos, Jesús González y José Antonio Pérez, así como al comisario de la Policía Nacional José Antonio Rodríguez Chico.