La Asociación de Estudiantes de la Universidad de la Laguna (AEULL) denunció ayer la situación en la que se encuentran 83 becas de prácticas, que "arrastran más de dos meses de retraso en su adjudicación y que podrían perderse por una decisión sin precedentes tomada por parte de la Inspección de Trabajo de Santa Cruz de Tenerife".

Estas ayudas se enmarcan dentro del programa Becas Santander CRUE-Cepyme, que permite a jóvenes que cursen sus estudios en una universidad española entrar como becarios en pequeñas y medianas empresas de forma remunerada durante tres meses, para así favorecer su integración laboral y la adquisición de experiencia y competencias útiles para su futuro profesional.

El problema, que según el colectivo estudiantil solo ha surgido en las becas que gestiona la Universidad de la Laguna (ULL), proviene de que la Inspección de Trabajo de la provincia ha interpretado que el alta de los alumnos en la Seguridad Social debe ser tramitada por el propio Banco Santander y no por la Universidad, "como han hecho el resto de universidades españolas".

AEULL sostiene que el Banco Santander defiende que el proceso ha sido igual en todas las universidades del país y que ha contado con el beneplácito de las correspondientes inspecciones de Trabajo.

El grupo del Claustro afirma que los principales perjudicados en este "complejo asunto burocrático" son los estudiantes, "que se ven sin la posibilidad de acceder a una beca fundamental para aumentar sus posibilidades de integrarse en el mundo laboral una vez finalizados sus estudios".

Las becas, añade la formación estudiantil, contribuyen a la adquisición de una experiencia laboral que en la mayoría de los casos era inexistente. Además, denuncian que existen casos en los que las consecuencias han sido más graves, como la de jóvenes que dejaron su empleo al conocer que habían sido seleccionados como beneficiarios de una ayuda y que ahora se encuentran tanto sin su anterior trabajo como sin el puesto de becario.

Desde AEULL exigen una pronta resolución para este problema, ya que "de no adjudicarse de forma rápida, no podrían cumplirse los tres meses de beca antes de que comience próximo curso y por tanto la convocatoria quedaría desierta", argumenta el grupo.