Uno de cada diez titulados en Medicina que se presenta al examen MIR en Canarias ya cuenta con una especialidad. Este dato, aportado por el Sindicato Médico Canario, engloba distintas situaciones, pero sobre todo la de muchos facultativos que optan por cuatro años más de formación remunerada ante las escasas posibilidades de encontrar un trabajo en el sistema sanitario público.

La cifra es coherente con los cálculos efectuados para toda España por la Organización Médica Colegial (OMC), que sostiene que la reespecialización se ha incrementado un 25% durante los años de la crisis y que ahora son alrededor de 2.500 los aspirantes que ya habían realizado la prueba y cubierto su periodo de residencia.

El fenómeno no afecta por igual a todas las especialidades. Levy Cabrera, portavoz del Sindicato Médico, desgrana las que registran un mayor índice de reespecialización: "Neurofisiología clínica, neurofarmacología clínica, medicina intensiva, reumatología y, sobre todo, medicina de familia". Los factores que influyen son varios: la tasa de desempleo y la escasez de salidas hacia la actividad privada son decisivas, pero hay más. La precariedad y las malas condiciones de trabajo tienen también un peso decisivo, en especial en el caso de los médicos de familia.

"Es la especialidad donde encuentras más gente que decide hacer otra, por la precariedad de los contratos, por la presión asistencial y el ambiente de trabajo, porque no habido consolidación de empleo y porque es una de las especialidades menos reconocidas por los propios profesionales, aunque cada vez está mejor vista", afirma Cabrera en relación a la medicina de familia. Estos facultativos representan más de la mitad de los que vuelven al MIR, asegura.

Entre las especialidades hospitalarias con más repetición figuran también microbiología y parasitología, especialista en análisis clínicos e inmunología clínica. "Son servicios más pequeños, tienen menos salidas y quienes los ocupan son aún jóvenes", por lo que no hay jubilaciones y no se producen vacantes.

¿Y qué especialidades deciden cursar por segunda (o tercera) vez? Como es lógico, las que facilitan un mejor acceso al mercado de trabajo, aunque a veces para ello "se pase por encima de la vocación". Las más demandadas son radiodiagnóstico, traumatología, ginecología, oncología médica y "algunas cirugías específicas", como la torácica, aunque en ocasiones se encuentran "en el límite" y pueden saturarse pronto.

Los criterios para la elección de la nueva especialidad tienen que ver también con la edad. "Los mayores intentan no meterse en especialidades que exijan más resistencia manual o esfuerzo visual y suelen optar, por ejemplo, por la psiquiatría", dice Cabrera.

La reespecialización tiene inconvenientes, pero también ventajas. Entre las primeras hay una clara: "Se invierte un dinero público en la formación de un profesional que luego no se aprovecha", expone el portavoz del Sindicato Médico Canario. La parte positiva, sobre todo en el caso de los médicos de familia, es que el bagaje que han adquirido durante el ejercicio de su especialidad puede resultar luego muy útil.

Al margen de la situación del mercado de trabajo -o asociados a ella- hay otros motivos que llevan a los médicos a tomar esta decisión. Están los que comprenden que han equivocado su vocación e intentan reorientarla. También hay médicos extracomunitarios que no tienen regularizada su residencia y que, por tanto, no pueden incorporarse a la sanidad pública, dado que el contrato MIR -de carácter formativo-asistencial- no permite acumular antigüedad para regularizar su situación. Una nueva especialidad es, en esos casos, una posibilidad de trabajar y percibir una remuneración durante cuatro años más.