En Detalle, Tarifas Eléctricas

El director comercial de Endesa Canarias José Antonio Lucendo admite que "para un bien de naturaleza universal y de primera necesidad" como es la electricidad, el sistema de tarifas aprobado por el Gobierno central es "complejo" lo que obliga a las empresas del sector, según explicó, a ser transparentes.

Así lo explicó ante los micrófonos de Radio El Día la semana pasada cuando detalló las tres opciones de tarifas para los abonados disponibles desde el pasado mes de abril en lo que se refiere al segmento residencial con una potencia contratada menor de 10 kilowatios.

El cambio de sistema, cabe recordar, está justificado por el Ministerio de Industria que lidera José Manuel Soria no en un cobro más justo para el cliente, sino en la reducción del déficit tarifario (la diferencia entre lo que pagan los abonados y el coste que declaran las eléctricas por producir energía), que ahora ronda los 30.000 millones de euros y que tan solo en 2013 se incrementó en casi unos 4.000 millones.

El déficit sigue incrementándose a tenor de los datos del primer trimestre del año, lamenta el directivo, si bien aclara que el nuevo modelo entrará en vigor a partir de julio por lo que será a partir de entonces cuando toque evaluar si el nuevo sistema consigue el objetivo de rebajar el déficit. "Será una dinámica más complicada, espero que se logre la meta".

Acerca de la opacidad del sistema denunciada por las asociaciones de consumidores, Lucendo apunta que Endesa "cumplirá la ley" y que la empresa ofrecerá "guías" para que el usuario se informe antes de elegir.

Tal y como apunta el directivo de Endesa Canarias, se trata de un sistema complejo cuyo desarrollo definitivo llevará años y que prevé la puesta en marcha del Precio Voluntario del Pequeño Consumidor (PVPC) en sustitución de la Tarifa de Último Recurso (TUR) que estará vinculado al comportamiento del mercado.

El precio a pagar se calculará de forma diaria con un precio para cada hora, por lo que el montante final depende del consumo así como del precio de cada hora en que se realiza ese consumo. Requiere nuevos medidores para poder hacer la lectura detallada y no será posible saber de antemano a cuánto ascenderá la factura de un mes dado. Será la norma general para todos los abonados a partir de 2018 "si no se revisan los plazos de ley antes". Hasta entonces, habrá tres modalidades de transición.

Por un lado, estará la tarifa de Precio Fijo que requiere una autorización expresa del cliente y que facturará en función de los precios que serán publicados a través de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia para los 12 meses del año por adelantado. Esta tarifa absorbe la variación a lo largo del año, por lo que será más cara ya que da como resultado una cantidad lineal y "plana".

La segunda modalidad, que Lucendo adelanta que será la que la mayoría de las comercializadoras podrán en marcha desde julio, consiste en un promedio que se calcula a partir de los hábitos de consumo del abonado y de los precios que se publicarán de forma diaria. Es una "curva patrón" con un precio variable por día, remarca.

La última opción, que ya está disponible, es el paso al mercado libre. Tras analizar de nuevo los hábitos de consumo del abonado, la empresa ofrece realizar una lectura real de forma bimestral con la posibilidad de hacer "pequeños descuentos" que afectan al término de potencia o bien al de energía en función del uso que haga el cliente de la energía. El precio final en esta modalidad también variará cada día. Para Lucendo, es la mejor opción. Desde el sector, recuerda, se demanda la liberalización "total" en el mercado.