El grancanario Sergio Moreno, profesor de investigación del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director del Instituto de Biología Funcional y Genómica de Salamanca, tiene la receta para vivir más. No es una fórmula mágica, sino solo una serie de "pautas sencillas" que permiten alargar la vida y ganar en años de salud. Las explicó el pasado jueves en el Colegio de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife, un día antes de recibir el Premio Canarias de Investigación 2014.

Hemos ganado años de vida, pero ¿hemos ganado años de vida saludable?

La idea no es vivir más años, sino hacerlo con buena calidad de vida. Hay una serie de normas más o menos básicas que pueden permitir a la gente vivir más tiempo con mejor calidad de vida y libre de enfermedades. Ya que la charla se celebra en el colegio de farmacéuticos (la conversación tiene lugar un día antes de la conferencia), vamos a intentar estropearles un poco el negocio y que la gente viva más tiempo sin tener que recurrir a los fármacos (risas).

¿Cuáles son esas normas?

Básicamente, un estilo de vida saludable consiste en combinar un poco de ejercicio físico con algo clave y de lo que la gente aún no es del todo consciente: intentar reducir la ingesta calórica, disminuir el consumo de alimentos. La sociedad, sobre todo en los países ricos, está sobrealimentada. Sin darnos cuenta estamos ingiriendo un número excesivo de calorías. Así se produce mucho más daño celular, lo que se traduce en la degeneración general de todos los tejidos y, cuando nos hacemos mayores, en la aparición de enfermedades como el cáncer, las neurodegenerativas o cardiovasculares.

¿Empieza a ser visto el envejecimiento en sí mismo como una enfermedad?

No diría que es una enfermedad, pero sí que dispara la aparición de enfermedades. De alguna manera, las personas que tienen síndrome de envejecimiento prematuro también sufren normalmente enfermedades asociadas a él, como el cáncer o la diabetes.

¿Combatir el envejecimiento es, por lo tanto, combatir el cáncer?

De eso se trata, precisamente. Hay casos de personas a las que les ocurre lo contrario, tienen un síndrome que consiste en un defecto en una hormona que provoca enanismo y que les permite vivir muchos más años de lo habitual. Lo más interesante es que también están libres de enfermedades, no sufren ni diabetes ni cáncer, a pesar de que puedan llevar un estilo de vida que a otra persona le generaría la aparición de tumores y patologías. Aunque hagan una gran ingesta de calorías, no son capaces de incorporarlas todas. Es como si llevaran durante toda su vida una dieta con una cierta limitación calórica. Cada uno tiene en el código genético una fecha de caducidad, por decirlo de algún modo, pero si cuidamos nuestro organismo y hacemos un mantenimiento adecuado conseguimos que viva muchos años más. Es igual que un coche: si lo mantenemos bien en lugar de hacer 10.000 kilómetros hará 100.000. Yo le puedo decir a la gente que si sigue esas normas básicas puede tener diez o quince años más de vida.

¿Esa relación entre longevidad y baja estatura también se da en personas que no padecen ese síndrome?

Cuando ves personas centenarias, lo normal es que sean pequeñas. En general la gente pequeña vive más que la alta si ha llevado el mismo estilo de vida. Pero uno puede ser alto y, si se cuida en la segunda parte de su vida, haciendo una dieta con una cierta limitación calórica aunque rica y nutritiva, llegar a vivir muchos años. Lo bueno de esto es que uno puede iniciar el proceso en cualquier momento de su vida. Si usted tiene 60 años y decide seguir a partir de ese momento una serie de pautas muy sencillas, puede ganar años de vida. Es un tema interesante para la gente, pero también importante para el sistema de salud, porque el ahorro que se puede conseguir es muy importante.

Además de estas pautas, ¿hay algún tipo de terapia médica a corto o medio plazo que pueda retrasar el envejecimiento?

Hay una terapia que retrasa el envejecimiento y que se ha probado en animales. Cuando se lleva a cabo generalmente se produce un incremento de aproximadamente el 10% en la expectativa de vida, lo que significa que una persona que normalmente vaya a vivir 80 años pueda llegar casi a los 90. Hace unas semanas se publicó un artículo muy interesante sobre el descubrimiento de una hormona que se ha probado en experimentación con animales y que, cuando se administra, puede rejuvenecer tejidos que han envejecido, como el corazón, los músculos o el cerebro. Habrá que ver luego si es válida cuando se administre en humanos.

Tengo que volver a plantearle la primera pregunta. ¿Ha venido acompañado el aumento de la esperanza de vida de un incremento de la vida saludable?

Ahora empieza a haber una concienciación. De hecho, uno de los programas más potentes que está lanzando la Unión Europea es la financiación de investigaciones que buscan aumentar la expectativa de vida saludable. Eso todavía no ha llegado a España, pero llegará. Estoy seguro de que en breve los gobiernos tendrán que tomar la iniciativa y hacer campaña para que la gente pueda vivir más tiempo sin enfermedad. De nada nos vale llegar a los cien años si los últimos cuarenta nos los pasamos en condiciones de salud precarias.

¿Los años de crisis pueden haber disminuido esos años de vida en salud?

Hay un estudio que indica que quienes vivieron la crisis del 29 en Estados Unidos tuvieron una expectativa de vida mayor que la generación anterior. La crisis, al traducirse en reducción de la ingesta de alimentos y del consumo de algunos tóxicos como el tabaco, hace que la gente viva más tiempo. Es paradójico, pero no nos estamos dando cuenta de que nos estamos envenenando al consumir tantas calorías.

¿Esta vez puede ser diferente? Lo digo porque la comida poco saludable es ahora mucho más barata que la que sí lo es.

Eso también es un riesgo. La gente en Canarias tiene que volver a los hábitos de los años 60. Yo me crié en esa década y en mi casa comíamos al día, y la mayor parte de los días era un potaje. Ahí las calorías estaban contadas. Uno debe ingerir la cantidad de calorías que va a consumir su organismo, y nos hemos hecho mucho más sedentarios, por lo que nuestro consumo de calorías se ha reducido. Mi mensaje final es un refrán que dice "para vivir muchos años, poca cama, poco plato y mucha suela de zapato". Puede que en lo primero la sabiduría popular no haya acertado del todo, pero sí que hay que comer poco y hacer ejercicio.