La sentencia de un juzgado de Santa Cruz de Tenerife mantuvo a un niño de cuatro años durante casi dos entre Tenerife y Gijón de forma semanal, al establecer la custodia compartida entre sus padres, los cuales residían en los citadas lugares después de finalizar su relación sentimental.

Los hechos se remiten a septiembre de 2011, cuando Virginia, la madre del niño, presentó una demanda de custodia de su hijo, cuando tenía 18 meses, después de haberse separado de su pareja.

Virginia, natural de Gijón, se trasladó a Tenerife por motivos laborales, donde pasó años y tuvo a su hijo. Pero la situación económica hizo que se quedara sin empleo, y tras tiempo buscando un empleo sin éxito y vivir con un pequeño subsidio, consiguió un trabajo en su tierra natal, a donde quiso trasladarse, junto a su familia.

Pese a exponer al juzgado su situación en la Isla, donde "mal vivía y sola", y los motivos de su traslado a Gijón, la jueza, en sentencia de marzo de 2012, estableció la custodia compartida con el padre del menor, decisión que fue recurrida. No fue hasta el pasado 16 de diciembre cuando la Audiencia Provincial falló este recurso, dando la custodia al padre "al considerar que el niño está muy integrado en la Isla".

Mientras, y hasta la citada fecha, "para no perder mis derechos como madre, mi hijo pasaba una semana en Tenerife y otra en Gijón", relata Virginia.

"Durante este tiempo, el padre escolarizó al menor en Tenerife, de forma que, tanto en la guardería como en el colegio, perdía numerosas clases. Pero no tenía otra solución que esta, pues debía tenerlo las fechas establecidas por sentencia o me podían denunciar y perder a mi hijo, y, además, no podía faltar al trabajo", explica Virginia, quien asegura que "han destrozado la infancia del niño".

En la actualidad, el menor tiene 4 años, y la Audiencia Provincial ha decidido darle la custodia al padre y ha establecido un régimen de visitas a la madre "como si viviera en la Isla", por lo que Virginia ya ha recurrido a Tribunal Supremo. Mientras, ella debe viajar a Tenerife, o el menor a Gijón, cada dos fines de semana y ella viajar, casi de forma semanal a la Isla para cumplir con las visitas.